El vino del domingo, San Cobate 2017


La finca de San Cobate se encuentra situada en la Ribera del Duero, en el triángulo de oro formado por Gumiel de Mercado, La Horra y La Aguilera. Su nombre procede del monasterio benedictino que se instaló a mediados del siglo XI en las inmediaciones de esta finca, unas parcelas privilegiadas para el viñedo, con una diversidad de suelos extraordinaria y diferentes orientaciones lo que permite la elaboración de vinos únicos de excelente calidad.



Las actuales viñas de San Cobate eran en el siglo XI las tierras de cultivo del monasterio en el que las que los monjes benedictinos plantaron una amplia variedad de árboles frutales, plantas aromáticas y viñedos, así como su propia huerta. En torno al monasterio fue asentándose una pequeña población que constituyó en su día el pueblo de Monzón, cuya actual ermita - la cual preside la entrada a la finca - fue construida con las piedras del monasterio cuando los monjes decidieron trasladarse a Santo Domingo de Silos.

San Cobate está considerado como uno de los viñedos más singulares y mágicos de la Ribera del Duero. Con una superficie de 80 hectáreas de viñedo de una edad media de 40 años, la finca está rodeada de monte bajo, diferentes plantas aromáticas, encinas y pinos. A una altitud que va desde los 830 metros hasta los 900 metros y con parcelas que tienen diferentes orientaciones lo que permite también una variabilidad en la expresión de la uva en muy poco espacio de terreno.

Pero lo que convierte en único este paraje son sus diferentes tipos de suelo. En la parte más baja y llana predomina un suelo arcilloso limoso, con un poco de arena, que ofrece unos vinos con aromas muy limpios que definen muy bien la variedad tempranillo, la uva clásica de la Ribera del Duero. Según vamos alcanzando más altura, la mezcla de arcilla limosa se va mezclando con caliza, hasta llegar a la parte alta, que es tierra de piedra caliza, turba y arena. Estos terrenos calcáreos acentúan la calidad del vino con notas más elegantes, mayor longevidad, mayor finura y sabores mucho más complejos.  Es una finca con un suelo de excelente estructura, porosidad y drenaje.


Antonio Vázquez Muñoz-Calero, el consejero delegado de la bodega, ha emprendido desde 2016 un ilusionante proyecto en San Cobate con el objetivo de elaborar vinos que respeten al máximo la personalidad de sus viñedos, sus diferentes suelos, la variedad de la uva –la tempranillo, clásica de la Ribera del Duero- y un discreto uso de la madera de sus barricas para que la fruta sea la protagonista de esos vinos.


Convencido del respeto por la tierra, la naturaleza y el clima de la región, Antonio Vázquez, con el apoyo incondicional de su familia, ha decidido impulsar los valores que deben distinguir el futuro de la bodega: esfuerzo, dedicación, honestidad, paciencia y rigor. Con esos objetivos, ha recuperado los viñedos, ha clasificado la finca en cuatro parcelas muy bien diferenciadas, ha creado bancales de plantas al estilo del “Douro” portugués, y está recuperando las formas tradicionales de la elaboración de vinos con el máximo respeto por la uva de la región.

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