Valles del Esla renueva su imagen y estrena embajador

La empresa cárnica Valles del Esla, creada en 1996 por la familia Álvarez, también propietaria de las bodegas Tempos Vega Sicilia, estrena nueva imagen y nueva distribución para acercar a sus clientes la excelencia de sus carnes de buey auténtico  y ternera, criados en libertad en la montaña de León y alimentados de pastos y cereales naturales.



La familia Álvarez decidió crear la empresa Valles del Esla en 1996 para reanudar la actividad socioeconómica en la provincia de León, tras el cierre de la actividad minera, y recuperar de esta forma la actividad ganadera tradicional, especialmente la crianza de bueyes en pastoreo para el consumo humano, un proyecto pionero en España.

Actualmente Valles del Esla es una de las escasas explotaciones de bueyes de Europa en régimen de ganadería extensiva –con más de 2.300 cabezas distribuidas entre 42 ganaderos asociados en su más de 3.000 hectáreas de campo- y ha contribuido decisivamente al restablecimiento de la actividad en los medios rurales, cuya despoblación y ausencia de iniciativas socioeconómicas y empresariales se han convertido en uno de los más graves problemas de la denominada “España vaciada”.

La compañía cárnica ha puesto a la venta en 2019 carne de más de 400 bueyes (198.900 Kg), 1.400 terneras (950.000 Kg) y 115 mamones (14.900 Kg), de los cuales una parte llegarán a los mercados en los próximos días para la campaña de Navidad.

El buey pastuenco de raza parda de montaña, el buque insignia y emblema de la compañía, es un macho castrado con más de 4 años, criado al aire libre en los montes de León y alimentado fundamentalmente de pasto natural, convirtiéndose en una fuente de proteínas, vitaminas y minerales básicos para todos aquellos que cuidan su alimentación y su salud. El buey de Valles del Esla responde, de esta forma, a una demanda creciente de productos de altísima calidad, saludables y obtenidos a través de sistemas de producción donde el bienestar animal, la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente son objetivos prioritarios.


Por su parte, la ternera pastuenca de Valles del Esla, otro de los animales criados en libertad en la misma zona, permanece con su madre durante su fase de lactancia para, posteriormente, alimentarse de pasto y cereales naturales hasta el momento de su sacrificio.
Las terneras de Valles del Esla ofrecen una combinación perfecta de sabor, suavidad y terneza que, por sus especiales características, se convierten en un alimento completo y nutritivo para todas las etapas de la vida y son adecuadas para un consumo regular entre 3 y 4 veces por semana.

Así mismo Valles del Esla dispone de un matadero propio a escasa distancia de la cabaña de bueyes para evitar el estrés de los animales durante su traslado a estas instalaciones y mantener un estricto y riguroso control de calidad de todas las fases de producción de sus carnes.

Juanjo López Bedmar, reconocido símbolo de la calidad y excelencia del producto, chef de la Tasquita de Enfrente y  embajador de Valles del Esla, explica su objetivo: “Estamos trabajando para hacer una labor relevante tanto en la creación de recetas como en investigación e innovación para mostrar al público las posibilidades gastronómicas de los productos de Valles del Esla”.

 En esta nueva etapa, Valles del Esla estrena nueva imagen y rediseño de marca, nueva distribución y reordenación de sus productos para acercarse a sus clientes, entre los que destacan el chuletón de buey auténtico, frente  al de vaca vieja que suele ofrecerse fraudulentamente en muchos puntos de venta y restaurantes como si fuera buey; el costillar; la cecina; el solomillo y la hamburguesa premium, elaborada de forma artesanal con carne exclusivamente de buey, convirtiéndose en un producto gourmet con la garantía de calidad de Valles del Esla.



De la ternera cabe destacar sus lomos –alto y bajo-, el solomillo, el churrasco, la carrillada, el morcillo, el redondo, sus carnes de tapa, falda o babilla y la hamburguesa.

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