A´Barra estrena su menú de verano

Tres años después de su apertura el restaurante A´Barra se ha consolidado como uno de los mejores de la capital. La crisis y el devenir de las tendencias terminaron con muchos de aquellos restaurantes que se denominaban antiguamente "mesas del poder" ( Jockey, Club 31, Aldaba...) y los nuevos tiempos han dado paso a otros restaurantes que como es el caso de A´Barra ha sabido conjugar modernidad y clasicismo en todos sus aspectos.


El concepto "sonaba" muy bien desde su apertura y pocas semanas después de la misma en Gastro y Gourmet ya preveíamos lo que podía suceder con A´Barra ( A´Barra, tocando el cielo con las manos ).


Tres años después, el novedoso concepto bicéfalo de A´Barra, con un comedor tradicional y una innovadora barra gastronómica ha calado perfectamente en el público madrileño.

Mucho se ha hablado de qué necesita un restaurante para conseguir la perfección, pero al final parece -al menos para quién les escribe- que ese tridente compuesto por cocina, bodega y sala (no necesariamente en este orden) y su equilibrio y sincronía son lo que a larga va a suponer la calidad del restaurante.

Siguiendo esos parámetros A´Barra es sencillamente perfecto. A cargo de su cocina un portentoso Juan Antonio Medina que sabe reinventarse en cada nueva carta creando platos que combinan sutilidad y elegancia con técnica y producto. Al frente su sala, Jorge Dávila, uno de los mejores profesionales en su sector y en lo que a sumillería se refiere, Valerio Carrera, un profesional que siempre consigue situar los vinos al mismo nivel de la comida creando armonías irreprochables. A la hora de escribir estas líneas, Valerio Carrera está nominado a Premio Nacional de Gastronomía en la categoría de mejor sumiller.


Hace escasos días acudimos a su barra gastronómica para probar el recién inaugurado Menú de Verano, un magnífico menú degustación dividido en 10 pases que se sirve en la referida barra tanto en horario de comida como de cenas al precio de 90 euros. El menú, como los últimos de la barra gastronómica, sigue un novedoso concepto que presenta los platos de final a principio.

Sin ánimo de diseccionar pormenorizadamente el menú (eso que ahora los cursis llaman "hacer spoiler") sí desvelaremos que el mismo comienza con lo que podría constituir el postre, un helado de tomate en texturas, ajo negro y aceite de oliva La Catedral (junto con Joselito, socios del restaurante) y que el mismo contiene un impresionante whisky sour de pimiento de cristal (sublime), un magnífico mar y montaña en el que se combina una reducción de pollo asado con bogavante azul y una versión del huevo frito con cebolla roja plenamente convincente.


Detrás de dicho menú, los mimbres habituales de la casa; producto de primera, técnica y esa mencionada concordancia entre cocina, sala (barra en este caso) y bodega. A´Barra no es que sea recomendable, A´Barra es obligatorio.



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