El Flaco, cuando Tailandia encontró el mundo

Conocí a Andy Boman y Antonio Conejo, propietarios del restaurante El Flaco, hace unos meses en una entrega de premios gastronómicos. Hablamos y me pidieron que les visitara en su restaurante. La verdad era de esos sitios que apetece ir por las fotos que en redes sociales aparecen y por los comentarios al respecto. Problemas de agenda (sí, maldita agenda) hicieron que hasta hace un par de semanas no pudiera conocer El Flaco.



Acudí a aquella cena pensando en un restaurante tailandés. Cierto que cuando conocí hace meses a Andy me comentó que era sueco de nacimiento. Confieso ahora que en aquel momento no entendí muy bien qué hacía un sueco haciendo cocina tailandesa. 

Andy Boman , auqnue sueco de nacimiento, se crió en África donde sus padres eran misioneros. Con posterioridad viajó ya cocinando por diferentes países de Europa, Tailandia y Australia adquiriendo un bagaje único que inevitablemente se refleja en su cocina. Es por ello que aunque la esencia de El Flaco sea la cocina tailandesa no es un tailandés al uso, sino que ofrece un crisol de diferentes culturas que hace de El Flaco un restaurante diferente.


Comenzamos con un denominado tartare estilo Yukke (me cuentan que se trata de un estilo sueco) y la sensación en boca es absolutamente deliciosa. Lejos de ser un tartare al uso, resulta picante, potente, diferente y divertido. Platazo que anticipa otros tantos de impecable nivel.

Continuamos con el bao de panceta. Tengo que decir que aunque estoy saturado de baos, la mayoría bastante flojos, este de El Flaco me pareció de los mejores que he probado en Madrid. Seguimos con unas brochetas de solomillo ibérico con tocino, picotas y emulsión de kimchi, plato perfectamente equilibrado y con un contraste de sabores que lo hacen muy recomendable.

Unas vieiras a la plancha con wakame y salsa citrus beurre blanc, quizá menos interesantes dan paso a un magnífico secreto ibérico con morning glory, piparras e higos caramelizados. Nuevamente esa cocina de fusión con matices y juego de sabores que acaba enganchando y generando una magnífica experiencia gastronómica.


Dejamos para el final el que sin duda me pareció plato estrella de la cocina de Boman, curry verde de mar con albahaca thai. Hay que señalar que este plato el nivel de picante gana fuerza, pero si eres como yo y el picante no te asusta, puedo asegurarte que disfrutarás tremendamente con este curry verde. 


Perfecto servicio en sala por parte de Antonio Conejo, que además sabe mucho de vinos y que armoniza a la perfección los platos de Andy con diferentes vinos. Todo un hallazgo El Flaco, de esos que no dudas en repetir.


0 comentarios:

INSTAGRAM