Marcela Brasas y Vinos, un restaurante excelente en León

 El restaurante Marcela Brasa y Vinos (León), tras las dificultades soportadas por la hostelería a causa del COVID, ha decidido dar un paso al frente renovando su oferta gastronómica con el mejor producto y una nueva y espectacular carta de vinos para convertirse en la referencia de la ciudad y en uno de los mejores restaurantes nacionales con raíces leonesas. Marcela, propiedad del grupo By Vamuca, se encuentra situado en el centro histórico de León, entre el barrio Romántico y el barrio Húmedo, y ocupa un magnífico local de dos plantas con una amplia terraza junto al Museo Casa Botines, una de las joyas arquitectónicas de Gaudí fuera de Cataluña.



Marcela ofrece dos espacios bien diferenciados: la planta baja es un amplio bar de tapas al más puro estilo leonés y la primera planta, un moderno restaurante de cocina tradicional basada en un producto de primera calidad, especialmente de carnes y pescados a la brasa.
Antonio Vázquez, consejero delegado del grupo By Vamuca, explica que “Marcela. Brasa y Vinos´ se convierte, de esta forma, en la gran apuesta gastronómica para León, una ciudad que ha evolucionado mucho y muy bien en los últimos años, atrayendo a millares de turistas y profesionales de los negocios que regresarán a la región, tras superarse las restricciones provocadas por el Covid”.


Antonio Vázquez añade que “el equipo de Marcela, cuya cocina está dirigida por Marta del Río, será reforzado y enriquecido por el chef Javier del Blanco, y el director de sala y sumiller, Daniel Giganto, ambos procedentes del restaurante LAV, donde cosecharon en menos de tres años un Bib Gourmand de la Guía Michelin y un Sol de la Guía Repsol. Javier del Blanco sumará al proyecto su reconocida experiencia a lo largo de los años en Nerúa y LAV, y Daniel Giganto, tras su paso por el Bulli y LAV, se ocupará de trasladar a los clientes su amplio conocimiento del mundo del vino, el champagne y la coctelería, una de las nuevas señas de identidad del restaurante en esta nueva etapa”.

La carta de vinos, compuesta por más de 800 referencias nacionales e internacionales, dispone de más de 60 productores de Champagne francés, cava y espumosos españoles; vinos dulces de Sauternes (Francia), entre ellos el legendario Chateau d´Yquem, los Tokaj húngaros o los Riesling alemanes, así como una amplísima selección de vinos tintos y blancos de las regiones más importantes de España o Francia (con especial atención a la Borgoña), entre otros países, sin olvidarnos, por supuesto, de los vinos leoneses, de los que hay una amplia representación en la carta.

Productores tan respetados como Salon, Selosse, Krug, Domaine Romane Conti, G.Roumier, A.Rousseau, Petrus, Chateau Lafleur, JL Chave, Coche-Dury, Vega Sicilia, Sine Qua Non o Leroy están ampliamente referenciados en la carta, junto a otros casas de reconocido prestigio en España y Francia.




La amplia selección de los mejores vinos españoles y franceses es, sin duda, una de las grandes novedades de la nueva etapa de Marcela que también será un magnífico atractivo para  el centro histórico de la ciudad y su famosa zona de tapeo con más de 40 vinos por copas.

Vinos y tapas. La planta baja del restaurante está dedicada a vinos y tapas al más puro estilo de León, la ciudad con más bares de España, pero con unos productos de excelente calidad. De esta forma los clientes podrán tomar embutidos clásicos de León como la cecina o el chorizo picante, a los que se suman un jamón ibérico 5J, queso de oveja curado,  anchoas de Santoña, boquerones, salmón noruego, una selección de latas de Güeyu Mar, steak tartar con pan de cristal, matrimonio sobre pan con tomate o bonito del norte con mahonesa de wasabi,  entre otros.

Entre las tapas imprescindibles figuran los huevos rotos con morcilla de León, la ensaladilla rusa, gildas, croquetas caseras, rabas de calamar fresco, chuletillas de conejo, bocata cubano de pastrami,  hamburguesa hecha en casa, callos, costilla glaseada de vaca vieja, pollito al horno, marisco del Norte o pescado salvaje de la lonja, entre otras.
En la terraza y la planta baja se servirán a primera hora desayunos con zumos naturales, granola, avena, panes integrales y todo tipo de productos ecológicos y naturales hasta que llegue la hora del aperitivo. .

El restaurante ofrece una excelente selección de carnes y pescados a la brasa. Las carnes suelen proceder de animales criados en las montañas de León aunque habrá cortes de otras regiones. Los pescados llegan diariamente de las lonjas cantábricas, los proveedores habituales de la casa. La carta, que cambia diariamente en función del producto que llega al establecimiento, ofrecerá generalmente solomillo de vaca vieja, entrecote Premium, chuleta de vaca o Tomahawk,  y, entre los pescados, rodaballo del Cantábrico, virrey de la costa asturiana, rapito negro o atún rojo. Todo ello acompañado con diferentes salas y guarniciones a elegir.




Y de entrada no faltarán el jamón ibérico, las anchoas de Santoña, aguacate a la brasa y ceviche de atún, pimientos de Fresno asados con queso curado, boletus a la brasa con sabañón tostado, mollejas de cordero lechal a la brasa, torreznos de Soria con judías verdes o pulpo a la brasa con puré de patatas, así como algunas sugerencias “en honor al jefe” como berberechos XL o zamburiñas a la brasa, arroz con entrecot de El Capricho, steak tartar de buey de El Capricho o merluza de pintxo frita con pimientos rojos.

Y de postres: tarta de queso casera, milhojas hechas en casa, coulant de chocolate y los quesos de Marcela para acabar con alguna selección de vinos como Montilla Moriles, Oporto, Tokaj, Madeira, Sauternes o Jerez.




Homenaje a las mujeres. “El nombre del restaurante”, explica Antonio Vázquez, “es un reconocimiento y un homenaje a la mujer de mi vida, Lola, mi mujer, (cuyo apoyo en estos años de mucho trabajo y nuevos proyectos ha sido determinante para alcanzar todos los objetivos que nos habíamos propuesto) y a todas las mujeres imprescindibles en mi vida como mi madre, mi abuela, mi hermana, mis cuñadas, mi suegra y mi hija. Sin ellas todo esto hubiera sido imposible. Por eso decidimos buscar un nombre de mujer y, dado que estábamos en la plaza de San Marcelo, no hubo dudas. Todos los cócteles llevan también nombres de mujeres. Este proyecto es un homenaje a las mujeres de mi vida”.

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