Conocí The Geographic Club hará cosa de veinte años que según el tango no son nada, pero que os puedo asegurar que algo sí que son. Era entonces un local rompedor. La decoración no estaba tan integrada con la gastronomía como lo está ahora -ni mucho menos- y entrar en The Geographic era sumergirse en un mundo nuevo en el cual no sabías si ibas a terminar compartiendo mesa con Phileas Fogg o encontrarte con el mismísimo Dr. Livingstone en la puerta del baño. Su oferta gastronómica basada en la más pura oferta americana le venía particularmente bien a mi economía del momento.
Han pasado los años -las décadas- y The Geographic Club sigue manteniendo ese cautivador halo de misterio que siempre ha tenido. A caballo entre un club inglés o una sociedad de exploradores, The Geographic mantiene todo su encanto intacto; intacto salvo en su faceta gastro donde hay que reconocer que la mayoría de edad le ha sentado perfectamente. Desde hace escasos meses The Geographic Club ha pasado la página de comida americana y presenta ahora una carta netamente mediterránea , basada en el producto de calidad , en la cocina de mercado y en unas elaboraciones perfectamente resueltas que suponen un cambio radical en su tradicional planteamiento.
Han pasado los años -las décadas- y The Geographic Club sigue manteniendo ese cautivador halo de misterio que siempre ha tenido. A caballo entre un club inglés o una sociedad de exploradores, The Geographic mantiene todo su encanto intacto; intacto salvo en su faceta gastro donde hay que reconocer que la mayoría de edad le ha sentado perfectamente. Desde hace escasos meses The Geographic Club ha pasado la página de comida americana y presenta ahora una carta netamente mediterránea , basada en el producto de calidad , en la cocina de mercado y en unas elaboraciones perfectamente resueltas que suponen un cambio radical en su tradicional planteamiento.
A cargo de sus fogones un magnífico cocinero, Sherwin Galang con casi veinte años de experiencia en el Grupo Oter ha confeccionado una amplia carta que sorprende desde el principio y en el que propuestan tan atractivas como la tortilla de merluza de pincho y puerros o la ensaladilla de pulpo de roca con mahonesa de wasabi conviven con otras tan intersantes como unos magníficos boletus braseados con foie y sus patatas bravas.
Algo similar sucede con el resto de la carta. Sensacionales arroces y carnes y pescados a un altísimo nivel posicionan a The Geographic Club en un privilegiado lugar en el panorama gastro madrileño.
Magníficos postres a cargo de Miguel Caballero que lleva en la casa desde hace sus inicios y amplísima carta de cócteles ponen el broche de oro a un The Geographic Club que encara el futuro con un proyecto sólido y con una carta madura y trabajada en la cual la mayor dificultad radica en decidir qué probar.
Impecable servicio de sala muy a nivel con lo que ahora se ofrece bajo la dirección de otro gran profesional , David Navarro, con casi treinta años de experiencia en Grupo La Máquina y Grupo Oter.
Hoy desde Gastro y Gourmet os animamos a explorar su nueva carta, a imbuiros del espíritu aventurero tan implícito a The Geographic Club porque el gastroviaje promete ser interesante.
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