La semana pasada tuvimos ocasión de asistir en el restaurante A´Barra de Madrid a la presentación de uno de esos productos gourmet que no pueden faltar en nuestras mesas. Lo ideal es consumirlo durante todo el año tanto por su impresionante sabor como por sus saludables propiedades. Pero si hay que quedarse con una época del año sin duda serían las navidades. Para los que no somos demasiado golosos y preferimos el salado a los turrones Ahumados Domínguez es "el producto de la Navidad".
En 1960, con solo 17 años y con apenas
siete mil pesetas en los bolsillos, Don José Mestanza Domínguez comienza a
construir un sueño, a base de arrojo y mucho esfuerzo, en el que hoy viven más de 200 empleados, y que es el
referente en calidad en el sector de los ahumados en nuestro país. La firma fue
pionera en ahumar salmón en España y marcó
un antes y un después en el sector de la alta gastronomía con la creación de un
sabor nuevo, totalmente diferente a lo que existía en aquella época.Actualmente y
con la incorporación a la dirección de la tercera generación familiar, Domínguez
cuenta con nueve tiendas gourmet distribuidas
en Barcelona, Madrid, Marbella y Lisboa, situadas en el interior de los
supermercados de El Corte Inglés e Hipercor. Además, exportan a países como Portugal, Italia, República Checa y Colombia.
Entre
todos los salmones ahumados del mercado, el Salmón ahumado Suprême de Domínguez
representa el verdadero sabor único e
inigualable por su tersura, su suavidad y su ahumado tan sutil que se disfruta
y sorprende desde el primer bocado. Presentado en sobres de 250 g y 100 g se pueden adquirir por
un precio aproximado de 10,50 € y 4,50 € respectivamente.
Creadores dentro de la alta gastronomía de un
sabor nuevo, que nadie ha conseguido imitar,
si hay algo que distingue a este producto son su aroma y sabor, fruto de su misterioso proceso de ahumado, el secreto
mejor guardado de esta empresa familiar que fue pionera allá por 1960 en el
arte de ahumar salmón, una técnica de la que solo se sabe que es totalmente
manual y que dura hasta cinco días. El resultado es un salmón de textura firme, delicada y tan jugosa que
se deshace en la boca, un sabor con tantos matices que ha llegado a decirse que
se trata de
un salmón “aromatizado, más que ahumado” y un color sin vetas que hace que
sea el único salmón en lonchas que se presenta en sobres 100% transparentes por ambas
caras.
Por todo esto, estas navidades el Salmón Ahumado Suprême se
convierte en la pieza estrella de la mesa. Un producto excelso que se recomienda tomar sólo, con un toque
de huevo o patata o con alguna de sus salsas
frescas como la de eneldo al toque de
mostaza y miel o con sus blinis (3,60 € la bolsa de 30 ud) y la salsa nórdica
de Ahumados Domínguez. Un placer único para el paladar que hay que evitar combinar
con otros ingredientes de sabor fuerte que enmascaren su mítico ahumado, sutil
y que revela, poco a poco, innumerables matices en el paladar.
Para completar un aperitivo navideño
de Ahumados Domínguez destacan también su salmón marinado, el bacalao ahumado,
la trucha ahumada (ideal para tomar sola o en pasteles salados) y sus, casi
imposibles de conseguir, boquerones y sardinas aliñados en vinagre.
A parte de ser un valor seguro en la
mesa, por su sabor único e inigualable, el salmón también es querido por sus
cualidades alimenticias que mejoran nuestra salud y previenen enfermedades. Las
más notables son su alta cantidad en ácido graso Omega-3, que ayuda a reducir
el colesterol y prevenir accidentes cardiovasculares, y su unión única de
calcio y vitamina D que aumenta la densidad ósea y facilita su absorción, lo
que es ideal para prevenir y actuar en
contra de la temida osteoporosis. Además, en el salmón están presentes
oligoelementos difíciles de encontrar y fundamentales para nuestra salud, como
las vitaminas A, D, B3, B6 y B12, el selenio y el magnesio. Si a todo lo anterior le unimos que además está increiblemente bueno, no hay razón para que -como yo- lo convirtais en el producto estrella de las próximas celebraciones navideñas.
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