porque si lloras yo peno;
en cambio, si tú me cantas,
yo siempre vivo, yo nunca muero”
(Andrés Henestrosa)
La frase del poeta mexicano Andrés Henestrosa refleja nítidamente la idea que se festeja en todo México los días 1 y 2 de noviembre: la muerte es parte de la vida y debemos celebrarla.
En
el Día de Muertos la Gastronomía Mexicana juega un papel muy importante, no en vano ambas han sido
declaradas por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por lo
que IZTAC, -convertido en todo un
referente de la auténtica cocina mexicana en Madrid-, conmemora esta fecha tan significativa en México incorporando a la
propuesta diseñada por Juan Matías, chef ejecutivo del restaurante, dos de los platillos más típicos de dicha
festividad, como fuera de carta, que se podrán degustar desde el día 28 de octubre al 2 de noviembre en servicio de
comida y cena.
Así, este año, los asistentes
en esas fechas a Iztac podrán degustar el tradicional pozole rojo (sopa prehispánica que cuenta la leyenda que
primitivamente se elaboraba con carne humana) y el imprescindible “pan de muerto”.
La creencia popular
prehispánica dice que las almas de los
seres queridos que se fueron regresan durante el Día de Muertos, por ello, se les recibe con su comida y
bebida favorita. Y así proceden en IZTAC,
honrando el alma de todos los muertos y
de los amantes que dan nombre al restaurante: Una historia de amor
ambientada en el esplendor del Imperio Azteca que relata la tragedia de Iztaccíhuatl y Popocatépetl en la que la
joven y bella Iztaccíhuatl muere de
tristeza tras creer, erróneamente, que su prometido había fallecido en la
batalla.
SOBRE
IZTAC:
Ubicado
en la plaza de la República del Ecuador, IZTAC
abrió sus puertas en el mismo espacio en el que en 1959 se inauguró México
Lindo con el fin de continuar con el linaje, cultura y tradición del que fue
primer restaurante mexicano de Madrid. Un
templo gastronómico que atesora la apabullante y fascinante esencia de México.
Una celebración de los
sentidos en la que no falta la explosión en el sabor y color de los platos. La carta recorre desde el
noroeste en Baja California hasta el suroeste en Quintana Roo. Un total de 32
estados plasmados en cada una de las creaciones presentes en ella sintetizan
las diferentes opciones culinarias dentro del país.
El interiorismo, firmado por
el estudio de arquitectura Free Hand,
es una extensión más de la tradición que profesa su carta. Un lugar lleno de luz en el
que sentirte como en casa donde se une la elegancia minimalista con materiales
como la madera que aporta sensación de calidez.
Los lienzos realizados por el
artista Gabriel Moreno
se integran perfectamente al diseño del restaurante y narran la maravillosa
leyenda del Popo y el Iztac los dos grandes volcanes que se admiran desde la
Ciudad de México.
Iztac es restaurante
recomendado por Guía Michelín y poseedor del sello Copil a la excelencia
gastronómica mexicana.
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