Decía Lampedusa en su novela "El Gatopardo" aquello de "hay que cambiarlo todo para que nada cambie". La frase viene perfecta para la reciente remodelación integral que ha tenido el Puente Colgante Boutique Hotel de Portugalete. Convertido en hotel a principios del S. XX, se encuentra en un edificio histórico, una antigua casa de indiano construida por Manuel Calvo, emigrante portugalujo que hizo fortuna en las plantaciones de azúcar de Cuba y regresó a su villa natal, donde construyó su morada, la que es hoy el Puente Colgante Boutique Hotel. La renovación del hotel recupera la historia de su fundador rindiendo homenaje a su pasado gracias a una moderna decoración colonial al tiempo que respeta su fachada original.
Testigo mudo junto al mítico Puente Colgante de la vida cotidiana de la villa de Portugalete, el hotel sigue el devenir de la propia historia de la villa. Una historia que por el devenir de los tiempos supera una etapa inevitablemente industrial dando paso a un turismo diferente que no acude a Portugalete únicamente por motivos laborales, sino que persigue alojamientos de calidad.
La definición del establecimiento como un hotel boutique marca un cambio de dirección del hotel en su apuesta por llegar a un público selecto, internacional, receptivo a un tipo de hotelería personalizada con propuestas experienciales y gastronómicas a la carta.
El Paladar La Habana, nombre que se ha dado a la renovada cafetería del hotel, ofrece ahora deliciosas raciones creativas y un menú que incorpora ciertos toques cubanos.
Se amplia además la experiencia eno-gastronómica del hotel con el nuevo cocktail-lounge,
el Cromwell, que recupera el nombre de un icónico bar portugalujo y donde se ofrecen cócteles acompañados de música en un entorno distendido. También en el ámbito gastronómico el hotel suma a su amplia oferta de vinos y espiritosos, cervezas artesanas de grifo elaboradas en sus propias instalaciones.
El Puente Colgante Boutique Hotel ofrece ahora nuevas instalaciones y servicios, amplios salones para reuniones de empresas además de un gimnasio. Las 74 habitaciones, también renovadas, se componen de 4 junior suites y 70 habitaciones dobles, 25 de ellas con vistas a la ría de Bilbao. En su compromiso por ser más sostenibles, los amenities de la habitación son respetuosos con el entorno, sumando esta iniciativa a otras medidas de preservación medioambiental ya en marcha en el hotel.
Gracias a la excelente ubicación del alojamiento, los huéspedes pueden disfrutar de una propuesta de experiencias turísticas apegadas al entorno local, lugares emblemáticos de la costa vizcaína, actividades urbanas en Bilbao y por supuesto el disfrute del Puente Colgante, una obra de ingeniería denominada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, motivo más que suficiente para atraer un turista interesado en la cultura vasca y las vivencias que ofrece el destino. También es reseñable la situación del hotel en el Camino de Santiago, también Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que hace de este establecimiento un destino único.
El Puente Colgante Boutique Hotel acoge regularmente eventos y organiza actividades para sus huéspedes, locales y visitantes, comprometido con la vida social de Portugalete, celebrando y compartiendo los momentos más especiales de sus gentes.
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