Porque todavía queda verano,
porque pueden haberse terminado las vacaciones, pero todavía (SIEMPRE) quedan
buenos momentos. Porque, aunque parezca que estar bien se asimila a vacaciones
y verano, siempre hay tiempo (y tiene que haberlo) para unos buenos amigos, una
conversación interesante y esos inevitables momentos de confidencias y risas.
Porque simplemente un aperitivo, sabiendo escoger la compañía adecuada, el tentempié
preferido y por supuesto, una buena Cruzcampo es más que suficiente para que
cada uno de los mejores momentos del verano vuelvan a revivirse.
Haz la prueba, reúne en tu
terraza a tus mejores amigos y simplemente disfruta de su compañía, de su charla
y de tu Cruzcampo. Esa Cruzcampo fría, con ese color ámbar ligeramente tostado,
con esa corona de espuma consistente y duradera, con ese aroma frutal a manzana
madura y ese sabor a malta de amargor suave que la hacen deliciosa es sin
ninguna duda la compañera esa ideal de esos momentos de relax y desconexión que
todos necesitamos y que, aunque hayan terminado las vacaciones siguen siendo
obligatorios.
Cruzcampo Pilsen, refrescante y auténtica
desde 1904, sigue siendo el complemento ideal en nuestro día a día. Los que,
como yo, somos cerveceros, continuamos disfrutando de su aroma y sabor no
solamente durante los rigores estivales, sino a lo largo de todo el año.
Y es
que Cruzcampo ha lanzado una Edición Limitada ( #CruzcampoEdicionesLimitadas )
con la que rinde homenaje a su cerveza Pilsen y a sus etiquetas más
representativas a lo largo de 113 años de historia.
Una colección única con la
que Cruzcampo echa la vista atrás para traer al presente esas pequeñas
diferencias que la posicionan como una de las grandes cervezas de nuestro país.
Cualquier momento es bueno
para tomarse un respiro en la actividad diaria y gozar de su inigualable sabor.
Han pasado más de cien años desde su creación, pero Cruzcampo con estas
Ediciones Limitadas sigue manteniendo ese difícil equilibrio entre tradición e
innovación que la convierte en excepcional.
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