Aunque tengo que decir que yo no soy celiaco, sí es verdad
que tengo amigos y familiares que sí que lo son. Estoy por tanto acostumbrado a
comer fuera de casa con ellos y a esas limitaciones que la celiaquía impone. El
pan, los dulces, la pasta, la cerveza, el whisky….
Por eso el otro día me extrañó cuando
a uno de mis amigos celiacos le encontré en un bar tomando una cerveza. Me
contó que se trataba de Cruzcampo sin
gluten, que acababa de descubrirla y que
después de varios años sin poder probar cerveza le había parecido el mejor paso
de Cruzcampo. Me explicó que llevaba en bares desde el pasado mes de marzo
y que él se está encargado de pedir en los locales que visita más asiduamente
ya que la celiaquía es una enfermedad que si bien hace años resultaba desconocida
hoy es muy habitual.
Era tal el entusiasmo de mi amigo que
me vi casi sin darme cuenta con una Cruzcampo
sin gluten entre las manos. Mi amigo me la sirvió lentamente, con el vaso
inclinado, generando una espuma que parecía a simple vista absolutamente igual
que la cualquier cerveza al uso. El
color rubio pajizo, su burbujeo y su corona de espuma una vez servida ofrecían
un aspecto francamente apetecible. Hay que señalar que Cruzcampo sin Gluten es una cerveza con alcohol (4,8%) y que aunque utiliza como materia prima los mismos
ingredientes naturales de Cruzcampo (malta de cebada tipo Pilsen, lúpulo, maíz,
agua y levadura) ha sido elaborado específicamente para celíacos, reduciendo su
contenido en gluten en el producto final mediante un proceso de hidrólisis,
hasta valores que no sobrepasan las 20 ppm (mg/kg), medida autorizada por la
FACE.
Cierto es que el domingo en cuestión
hacía un calor inusual en Madrid. No sé si por ese calor o por la vehemencia de
mi amigo en sus explicaciones, consumí la cerveza en apenas tres o cuatro
tragos. En boca la cerveza dejaba un primer
sabor algo afrutado, suave y delicado que iba transformándose en el amargor
característico de cualquier buena cerveza. La verdad es que no sabría
diferenciarla de la Cruzcampo Pilsen, su sabor es idéntico.
Bien es verdad que yo la probé un
poco en plan anécdota, pero cierto es que para
las personas celiacas esta Cruzcampo sin gluten marca un significativo antes y
después en sus vidas. Ojalá todos los bares y restaurantes comiencen a
tenerla mayoritariamente porque sin duda ayudarán a normalizar la vida de los celiacos.
0 comentarios: