Alduccio, la calma é la virtú dei forti

Fue allá por el año 1962 cuando Aldo Sebastianelli ,  gran conocedor de nuestro país y buen amigo de la Duquesa de Alba decidió venirse a España y abrir un restaurante italiano. Tras una primera etapa en otra ubicación , Aldo , conocido popularmente como Alduccio adquirió el local en el que todavía hoy sus hijos Mónica y Giancarlo continúan con aquel restaurante que a lo largo de las décadas se ha convertido en todo un hito de la mejor cocina italiana en Madrid.



Sus tradicionales paredes burdeos han dado paso recientemente a un gris azulado que renueva el ambiente pero manteniendo la misma calidad y ese espíritu inconfundiblemente italiano donde no falta nada para que la velada sea perfecta.


Pasta hecha cada día de forma artesana , salsas inigualables , pizzas y focaccias espectaculares , ese toque personal de Giancarlo en cocina y esa simpatía desbordante de Mónica en la sala son mimbres que conforman un todo que convierte a Alduccio en el italiano más auténtico de Madrid y en el que el clasicismo se convierte en tendencia.


Sus postres tan suculentos y atractivos como el resto de una carta que ofrece múltiples opciones y en las que la verdad te cuesta decidirte, cosa que suele pasar  la cocina se convierte en artesanía y cada plato se convierte en un trabajo a medida.


Da gusto descubrir entre tanta novedad -muchas veces tan efímeras y forzadas- clásicos que no pierden ni un ápice de actualidad y en los que la buena mesa , la charla fluida y el buen ambiente están asegurados. Decididamente, la calma es la virtud del fuerte.


Atención a su terraza que recientemente remodelada promete convertirse en uno de los must to go de la temporada , tanto para probar su deliciosa comida como para una relajada copa.

0 comentarios:

INSTAGRAM