IZTAC RENUEVA UNA VEZ MÁS SU CARTA PARA CONTINUAR MOSTRANDO LAS RECETAS DEL MÉXICO MÁS AUTÉNTICO Y DESCONOCIDO.

 Desde que, en junio de 2018, el restaurante Iztac abriera sus puertas, ha sabido posicionarse en Madrid como el auténtico adalid de la genuina gastronomía mexicana; una gastronomía que pese a ser la primera en ser declarada por la UNESCO Patrimonio Invaluable de la Humanidad, llega a nuestro país en demasiadas ocasiones en formatos estereotipados que poco tienen que ver con la amplitud y riqueza que en realidad posee.



Jorge Vázquez, propietario del restaurante y auténtico apasionado de la gastronomía de su país natal y Juan Matías, chef del Iztac, se esforzaron desde los inicios en reivindicar esas recetas tradicionales y auténticas, pero a la vez tan desconocidas.


La apuesta era arriesgada y atrevida pero realizable: cambiar totalmente la carta cada seis meses para mostrar al visitante toda la amplitud gastronómica de un país del que se desconocen tantas cosas.

Para ello se buscó desde el primer momento huir de estereotipos. Ni Frida Kahlos en las paredes, ni sombreros charros, ni mariachis, ni banderitas de papel picado. Jorge Vázquez quería que Iztac fuera “el restaurante que él visitaría si estuviera en la Ciudad de México”. Se encomendó la reforma integral del local (local que había sido durante años México lindo, el primer restaurante mexicano que abrió sus puertas en España en 1959) al estudio de decoración Free Hand de la arquitecta mexicana Lourdes Treviño.

Piezas de artesanía mexicana, un universo que recibe al visitante formado por 4200 botellas de cerveza Corona, personal nativo del país azteca en su práctica totalidad, iluminación cálida y acogedora y los imponentes lienzos del artista Gabriel Moreno que narran la leyenda del Popo y el Iztac, los dos grandes volcanes que se admiran desde la Ciudad de México. Todo orientado a ofrecer con honestidad una propuesta que transporta al comensal a los sabores más auténticos de esta gastronomía, usando los ingredientes que esta cocina ofrece y que hacen de cada bocado algo maravilloso e inolvidable.


En esta nueva carta, juan Matías nos sorprende con entrantes tan apetecibles como la tetela de habas con mole manchamanteles, las tostadas de pulpo con hoja de momo, los tamalitos con frijoles y tlatlitos o el levanta muertos de entrecot.

Evidentemente sigue habiendo espacio para los tacos. Continúa el icónico taco árabe, que se ha convertido casi en un emblema de Iztac y le acompañan otros nuevos como el taco de cochinillo, el taco de corvina a la talla o las exquisitas quesadillas de birria que se acompañan con su propio consomé.

Entre los nuevos principales destacan el solomillo de doña Julia, la arranchera de ternera con chilaquiles, el mole verde michoacano con carrilleras de cerdo o el tradicional Ti kin Sik, un clásico de la cocina yucateca.

Para la parte dulce, la pastry de Iztac, Sohaly Ventura, reserva delicias tales como el Suspiro de Cielo, el milhojas de mazapán de cacahuete y chocolate, el bupu zapateco o la tartaleta de cajeta y plátano.


Un añadido fundamental resulta su espectacular terraza, totalmente practicable para dar servicio tanto en verano como en invierno, inaugurada en enero de 2020 y diseñada igualmente por Freehand Arquitectura.

Pieza capital en Iztac lo constituye su carta de bebidas. Cervezas, micheladas, mezcales, tequilas y margaritas se ven acompañadas por una selección de vinos mexicanos que se incorporan a su oferta líquida. Además, propone una amplia variedad de cócteles ideales tanto para comer o cenar como para el afterwork tanto en su barra como en su terraza.

Iztac dispone también de una carta específica, tanto para delivery como para take away.

Iztac ha sido “restaurante recomendado” por la Guía MICHELÍN 2022 para España y Portugal.



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