Hong Kong 70, auténtica cocina cantonesa en el centro de Madrid

La cocina china es una cocina que, como tantas otras, ha sido a menudo degradada por el mal uso que de ella se ha hecho. Es complicado encontrar restaurantes chinos de calidad y normalmente se asocia con una gastronomía barata y asequible donde la calidad queda relegada. Por ello encontrar restaurantes en los que se propone un viaje gastronómico con sentido común y coherencia no es tan sencillo. Hace escasos días tuve ocasión de visitar Hong Kong 70, un restaurante que abrió sus puertas hace cinco meses y que superó con creces mis expectativas.


El restaurante está situado en la calle Toledo a escasos metros de la plaza Mayor de Madrid. La decoración del restaurante llama la atención desde el primer momento e invita a sumergirse en la experiencia. Dividido en tres ambientes, se accede al primero de ellos a modo de salón de juego (conocida es la afición a apostar de los chinos) y las mesas se componen de fichas del popular juego de Mahjong, una especie de dominó. 

En una segunda zona se representa el espacio de una calle con la señalética adecuada y con un ventanal decorado con réplicas de patos colgados (al más puro estilo Chinatown o Soho) que ofrece vistas a la cocina.

La planta inferior representa una especie de teatro- cabaret jugando con el ladrillo visto y tonos rojos que aportan calidez e intimismo.

En cuanto a la oferta gastronómica la carta es amplia y variada. Simula la misma un periódico antiguo y en ella se propone un acercamiento a la auténtica cocina cantonesa (del sur del país) sin tratar de adaptarse a los gustos occidentales.

Ricas las empanadillas de pato con foie flameadas, buenísimo el siu mai de cangrejo con gambas y huevas de tobiko (hay que señalar que la pasta de siu mais, dim sums... es elaborada en el propio restaurante) y magnífico el won ton de cerdo y gambas con aceite picante. 


Digno de mención el trato que se da a la verdura en Hong Kong 70. Perfecto el toque crujiente tanto de la coliflor baby como de las judías chinas que degustamos ambas con un sutil toque picante que realzaba. No dejen de pedirlas porque les van a sorprender. Recomendable también el plato de tallarines crujientes con verduras que se quiebran y mezclan en mesa ante el comensal.


Entre los principales, sabroso y divertido el cangrejo picante, ideal para compartir e imprescindible la selección de asados que incluye, pato, cerdo, costillas y unos resultones torreznos que en lugar de fritos se elaboran al horno.


Si a todo ello añadimos un precio medio de 20 euros por persona, la relación precio calidad de Hong Kong 70 es espectacular. Vayan, porque merece mucho la pena conocer Hong Kong 70.






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