Existe un miedo exacerbado a traspasar la puerta de un hotel sin estar alojado en él. Nos parece que es casi allanar una propiedad privada y aunque está muy bien eso de que el hotel en el que nos alojamos sea una prolongación de nuestra casa y que haya quien,como Sabina, piense aquello de "hotel,dulce hotel", un hotel es un espacio al que se puede entrar para tomar un café o para disfrutar de su gastronomía.
Bien es cierto que antiguamente, en muchos casos, la gastronomía de los hoteles era de simple supervivencia para los huéspedes, pero las cosas han cambiado en las últimas décadas y ahora se puede comer sensacionalmente en algunos hoteles a lo largo del mundo. ¿ Han reparado en que restaurantes como Diverxo, Santceloni o Cebo están ubicados en diferentes hoteles de la capital.
Les cuento todo esto porque hace escasas noches tuve ocasión de cenar en la terraza del Hotel InterContinental de Madrid. El espacio en sí constituye un oasis en medio de la vorágine de la ciudad. Repleto de fuentes y vegetación, la terraza del InterContinental es uno de esos espacios que merece la pena conocer.Durante más de diez años este refugio era el sitio
preferido de Ava Gardner para desayunar a primera hora de la mañana o tomar un
cóctel en las noches de verano.
Famoso el hotel por su brunch, quizá el más reconocido de la capital, seguramente su terraza no lo es tanto y es una verdadera lástima porque muchos madrileños ignoran la maravilla del espacio al que me refiero y la magnífica cocina que allí dentro se degusta.
Al frente de su cocina el chef del hotel desde hace ocho años, Miguel de la Fuente propone una carta desenfadada marcada por la estacionalidad y con abundantes guiños a diferentes cocinas, una carta que, se lo aseguro, es un auténtico disfrute.
La noche de nuestra visita tuvimos ocasión de probar un sensacional salmorejo acompañado de gamba blanca y helado de coco; sencillamente delicioso. Continuamos con uno de los mejores ceviches que ha probado en tiempo quien les escribe. Elaborado en mesa por el chef Máximo Iparraguirre y compuesto por corvina, langostinos y pulpo, el ceviche en cuestión era una explosión de sabores en boca de perfecto equilibrio. Vieiras acompañadas de salsa huancaína y un atún rojo perfecto de punto fueron el colofón de una estupenda velada.
Ahora, de cara a los rigores estivales, InterContinental Madrid incorpora su particular "Cevichería". De la mano de ambos chef, el jefe de Cocina Miguel de la Fuente y el chef peruano Máximo Iparraguirre y apoyados en el éxito del corner de cocina asiático y nikkei del brunch dominical, los cocineros ofrecen una carta jovial y refrescante en la que platos como el “Uramaki
Roll de foie mi cuit, frambuesas y pera caramelizada”,el “Ceviche de lubina, leche de tigre peruana y
maíz chulpe”, el “Lomo salteado, salsa
de ostras y arroz chaufa” y el “Tiradito
de vieira, salsa huancaína y brotes de cilantro” constituyen el mejor plan para las calurosas noches que estamos viviendo. Merece mucho la pena, se lo aseguro.
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