ROCACHO, CARNES DEL CAPRICHO (y de capricho) EN MADRID

No hay duda de que la tendencia actual en gastronomía apuesta decididamente por dar al producto la importancia que durante años se le negó. La técnica y su exaltación aportan numerosas bondades a la gastronomía y hemos vivido años de exaltación de la vanguardia y de la técnica. Ello ha provocado en ocasiones que el producto haya quedado postergado y que perversamente se haya relegado la importancia de la calidad del mismo.


El restaurante del que hoy hablamos, Rocacho , es un claro exponente de esa vuelta al producto que se está produciendo en los últimos años y que parece marcar tendencia de lo que va a imperar los próximos años.

Rocacho basa su propuesta por un lado en sus magníficas carnes, con una amplia selección de carnes procedentes de El Capricho, el templo carnívoro que José Gordón capitanea en la localidad leonesa de Jiménez de Jamuz y en sus arroces que han ido adquiriendo fama considerable desde que Rocacho abriera sus puertas hace ya más de dos años.

Parrilla de encina (la parrilla sin ninguna duda también está de moda) y buen producto cárnico hacen las delicias de sus clientes. Señalar la magnífica calidad de las carnes que tuvimos ocasión de probar el día de nuestra visita. Sencillamente magistrales.



En lo referente a sus arroces, son arroces de finísima capa, lo cual tiene sus defensores y sus detractores. Personalmente esos arroces me parecen perfectos y el buen hacer de Rocacho al respecto queda plenamente avalado tras degustarlos.

El resto de la propuesta no queda a la zaga. Amplia selección de entrantes de muy buena factura y pescados también con buen nivel completan una oferta en la que es fácil disfrutar.


El local  es obra del estudio de interiorismo Cuarto Interior que ha conseguido recrear un espacio elegante y acogedor en torno al bronce, la madera y la piedra.  Rocacho dispone de un agradable terraza acristalada que es una magnífica opción para las temperaturas que se aproximan. Muy recomendable.


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