Hace ya más de
quince años desde que José Ángel Aguinaga dejara su Guipúzcoa natal para
trasladar su negocio a Madrid. Primero en la zona empresarial de La Moraleja - Alcobendas
junto al centro comercial Diversia, fue hace un par de años cuando decidió
abrir una segunda casa en el paseo de la Castellana. El nuevo Illunbe de
Castellana es un asador exquisitamente decorado, donde las tonalidades blancas
dan protagonismo a fotos en blanco y negro de temas pesqueros o de San
Sebastián, ciudad muy vinculada a sus propietarios.
Sus avales, no
podía ser de otra forma, los esperables de un parrillero vasco. Esmerada
materia prima seleccionada con rigor, recetas tradicionales y ese saber hacer
en la parrilla que, aunque a primera vista no parece complejo, es fundamental
en este tipo de elaboración. Ahí radica el secreto, buen género bien cocinado.
En ambos locales,
Alcobendas y Madrid, mantiene esa dualidad tan habitual en los asadores vascos.
Por un lado una barra de pinchos y raciones y por otro, una opción más pausada
y sosegada en el comedor.
Tras una
selección de entrantes entre los que destacan una espectacular chistorra
(aperitivo casi obligado en cualquier asador que se precie), llegan unas
impresionantes alcachofas fritas que se acompañan de cigalitas; convincente
contraste de sabores y texturas. Correctos los boletus con huevo que preceden a
un ravioli de txangurro todavía en pruebas y que con un menor tiempo cocción de
la pasta ganaría seguramente bastante.
En la sección
parrilla, un magnífico ejemplar de rape al que personalmente hubiera agradecido
un menor punto de parrilla (aunque el punto de carnes y pescados es algo
completamente subjetivo) es el perfecto anticipo a la esperada chuleta. En esta
ocasión la protagonista pertenecía a una vaca rubia gallega de cuya maduración
se ocupa personalmente Aguinaga. Perfecta sin paliativos.
Postres todos
ellos caseros -incluidos los helados- y una muy correcta de vinos lo convierten
en uno de esos lugares donde sentirse defraudado es complicado. Precios
consecuentes con los que se ofrece. Perfecto para comidas de trabajo o
familiares de fin de semana. Dispone de una agradable terraza y de servicio de
aparcacoches. ¿Qué más se puede pedir?
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