Hoy os hablamos de un restaurante que conocimos hace unas semanas y cuya propuesta nos fascinó de principio a fin. Y nos fascinó porque es verdad que muchas veces bajo las etiquetas eco, healthy, vegetariano, se esconden conceptos no demasiados gastronómicos, más dirigidos a satisfacer a una parte de la sociedad y a cubrir un nicho de mercado que indudablemente es tendencia que a ofrecer una propuesta serie y razonable.
Nada más alejado de lo que vivimos hace unas noches en Mamá Campo. Verdadera propuesta ecológica pero a la vez platos redondos, llenos de sabor y de contrastes que completan una carta interesante en la que hay numerosas recetas interesantes.
Mamá Campo es el proyecto de David Yllera y Nacho Aparicio , dos emprendedores que tras conocerse en una cena en casa de una amiga común iniciaron el proyecto Mamá Campo con el valor principal de acercar a todo el mundo los beneficios de la
alimentación ecológica de nuestro país, trabajando con pequeños productores que
miman su entorno y sus productos. Aunque inicialmente querían encontrar un
local que aglutinara restaurante, cantina y tienda ecológica, hoy se
distribuyen en tres locales en la Plaza de la Olavide, en el barrio de
Chamberí.
Mama Campo es un proyecto gastronómico en el que se ofrecen los
mejores productos con certificación ecológica, que se adquieren directamente
de agricultores, ganaderos y elaboradores que miman sus productos y cuidan de
su entorno. Nacho
Aparicio menciona “las hortalizas y
frutas que adquirimos a Ángel,
Albano, Cristina, Aurora y David; las legumbres de Amancia y Cristina; los
huevos de las gallinas felices de Celia; la leche de Julio; los yogures y
quesos de Alfredo, Cristina, Isaura y Patxi; los aceites de Fernando y
Consuelo, Marina y su ternera de la montaña; los pollos de Albert; la miel de
las colmenas de Antonio; el pan artesano de Javier Marca; los dulces de Amador…”.
Todos y cada uno de sus productos se pueden adquirir
en el colmado, aunque muchos de sus
clientes ya los encargan por su web https://mamacampotienda.com/ porque los reciben en casa. “Ya no hay que conducir 200 kms para comprar buenas alcachofas; con
un click las tienes en 20 minutos”, apunta Nacho Aparicio.
Pero además para completar su oferta, Mamá Campo cuida al extremo cada detalle. Así, todos los uniformes en ambos
restaurantes y en la tienda han diseñados por la marca de Ecoalf; los
delantales de la marca peseta; la vajilla de Costa Nova; las paredes y techos
de la cooperativa de bio-construcción Qatay; el arte vegetal de Llorens&Durán; muchas ideas ejecutas de las brillantes propuestas
de Bruno Gavira y Fernando Roca; los toldos de Juan Sánchez “el artesano espartero”; los diseños de Loop Loop Studio…
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