Ubicada
junto a la Casa de Cantabria de Madrid y a escasos metros del Parque del
Retiro, se ubica la nueva terraza de Al
Socaire, restaurante de cocina tradicional cántabra que abrió sus puertas a
principios de este año.
“Al
resguardo del aire”, haciendo honor a su nombre y estructurado en dos plantas, este
espacio elegante, sobrio y atemporal se presenta como un lugar idóneo para tomar el aperitivo, comer al mediodía o
tomarse unas copas al caer el sol. En la plata alta se ubica la zona de
barra flanqueada por frondosos árboles. Al descender por sus escaleras uno
parece sentirse en Suances al estar la planta
baja presidida por dos grandes fotografías de Cantabria: una del litoral de
esta villa cántabra, donde se puede ver el hotel de Mariví (una de las tres
propietarias del restaurante) y otra del Puerto Chico de Santander. Un espacio
ideado por Penche, una de las tres socias que conforman Al Socaire y cara
visible del restaurante, en el que queda patente su pasión por las flores
naturales que envuelven y embriagan el espacio.
Entre
bambalinas se encuentran Mariví González Coro, gerente y motor del
establecimiento; y Toñi Blanco, mano derecha de Mariví y jefa de cocina del El
Corral durante una década y responsable ahora de los fogones de Al Socaire.
Para la temporada estival han diseñado una carta
informal y variada en la que triunfan los productos de Cantabria. Así no
faltan las anchoas del Cantábrico, (que se sirven sobre pan de cristal con un
delicado aliño), la cecina de vacuno,
los mejillones al vapor o las rabas de calamar (que aquí se rebozan solo con
harina, sin pan). También cuenta con otras propuestas imprescindibles del tapeo
como los callos, los caracoles o los huevos rotos con picadillo.
Aparte
de la carta de terraza, al aire libre también se puede disfrutar de su menú del
día con un precio de 20 € y que cambia a diario a merced de Toni, cocinera del
local.
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