Malayerba, la excepcional ginebra del barbero

El oficio del barbero ha ido evolucionando a lo largo de los siglos, desde los primitivos barberos-cirujanos, que lo mismo recortaban una barba que extraían una muela, hasta llegar a las frías peluquerías de hoy en día. Malayerba rompe con el modelo actual y nace con la intención de recuperar el espíritu de las barberías ‘como las de antes’, esos puntos de encuentro donde se podía discutir de lo divino y lo humano con la excusa del arreglo de la barba y el peinado.


En su afán por rescatar la tradición, Malayerba ha creado una serie de productos artesanales para el cuidado del cabello y de la barba. Productos 100% ecológicos como el Jabón Matalobos, el Elixir para Barba Daoíz o el Champú para barba Velarde entre otros.

La madrileña barbería Malayerba no tardó en fijarse en los métodos que usaban los barberos ingleses del siglo XVIII. En Inglaterra se popularizó la ginebra por su efecto medicinal y, gracias a su aroma y al acabado fresco que proporcionaba, también comenzó a utilizarse como loción de afeitado. En Malayerba han tomado buena nota y el resultado ha sido tan bueno ¡que han preferido bebérsela!La ginebra Malayerba es la fusión perfecta entre las más tradicionales técnicas de destilación y la más avanzada tecnología. Un excepcional alcohol de grano, destilado en un alambique de cobre de última generación, al que se suman los singulares matices que aportan cardamomo, cilantro, clavo, enebro, menta, pimienta, regaliz, romero y tomillo.

Después de reposar de 2 a 3 meses en comunión con el agua mineromedicinal del manantial de Valtorre en Belvis de Jara, el resultado es una excelente ginebra ligera, seca, con un sabor botánico inigualable.

En nariz, Malayerba nos presenta una delicada y armoniosa mezcla de notas clásicas del enebro con recuerdos de menta y aromáticas. En boca, la ginebra se abre lentamente, apareciendo notas de regaliz, y redondea con sus toques espaciados de clavo y pimienta. Un final medio, levemente dulce que la hace ideal para tomarla muy fría, sola o con una tónica sin excesiva burbuja ni sabores que la permita presentarse clara y sin engaños.


Una ginebra moderna y urbanita tiene que tener un padre a su altura, por eso nos desplazamos al madrileño barrio de Malasaña, al número 3 de la Plaza del Dos de Mayo. Barbas frondosas, bigotes estilizados, baldosines de un blanco impoluto, sillones de cuero, muebles de época, un lavacabezas de latón y verdaderos artesanos navaja en mano. Transportarse a una barbería del siglo pasado y superar el concepto de establecimiento corriente nunca había sido tan fácil. Malayerba es un guiño al pelo que crece deprisa como la mala hierba y que hay que cortar. La barbería toma prestado su nombre de uno de los personajes de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós: el tabernero, el tío Malayerba.


El proyecto Malayerba nace de una novedosa iniciativa empresarial de la agencia internacional de publicidad Kastner & Partners, responsable de la publicidad de Red Bull a nivel mundial, entre otros clientes como Toyota, Faber-Castell, MBT, Adidas.
El publicista austriaco Johannes Kastner se planteó cómo podría motivar a sus socios locales e ideó una original fórmula para premiar y retener el talento en la compañía: financiar la puesta en marcha de un negocio, propuesto por cada uno de los partners locales, que permitiera desarrollar todo el potencial creativo del equipo.
Esta fórmula para poner en marcha negocios a nivel local ha alumbrado ya un concesionario de coches deportivos antiguos en Los Ángeles y una marca de ropa en Londres. Todos, como Malayerba, compartiendo espacio físico con la agencia.




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