“No me
llores, no, porque si lloras yo peno;
en cambio,
si tú me cantas, yo siempre vivo, yo nunca muero”
(Andrés
Henestrosa)
La
frase del poeta mexicano Andrés Henestrosa refleja nítidamente la idea que se
festeja en todo México los días 1 y 2 de noviembre: la muerte es parte de la vida y debemos celebrarla.
En el
Día de Muertos la Gastronomía Mexicana juega un papel muy importante, no en vano ambas han sido
declaradas por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por lo
que IZTAC, -convertido en todo un
referente de la auténtica cocina mexicana en Madrid-, conmemora esta fecha tan significativa en México incorporando a la
propuesta diseñada por Juan Matías, chef ejecutivo del restaurante, un menú degustación con platillos típicos
de estas fechas, , que se podrá degustar los días 1 y 2 de noviembre en servicio de comida y cena.
Dicho menú tendrá un precio de
49 euros (bebidas no incluidas) y
estará compuesto por:
Sopa de lima yucateca
Juliana
de tortilla, sofrito de tomate perfumado con lima y recado yucateco
Tetela
de mole con pollo y espinacas
Tortilla
de maíz rellana, nata y queso fresco
Coloradito
oaxaqueño
Chuletillas
de cordero con setas silvestres salteadas y cebolla encurtida
Pan
de muerto
Bizcocho
relleno de crema de rompope
La creencia popular
prehispánica dice que las almas de los
seres queridos que se fueron regresan durante el Día de Muertos, por ello, se les recibe con su comida y
bebida favorita. Y así proceden en IZTAC,
honrando el alma de todos los muertos y
de los amantes que dan nombre al restaurante: Una historia de amor
ambientada en el esplendor del Imperio Azteca que relata la tragedia de Iztaccíhuatl y Popocatépetl en la que la
joven y bella Iztaccíhuatl muere de
tristeza tras creer, erróneamente, que su prometido había fallecido en la
batalla.
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