Alhambra Baltic Porter, la experiencia onírica de una noche de invierno

Una noche fría del invierno madrileño. Una sugerente convocatoria a una cena semiclandestina. Una casa de las denominadas "casas de a la malicia" (confieso mi ignorancia pues hasta hace unos días nunca había escuchado hablar de esas casas, pero la historia merece la pena). Diecinueve personas a priori desconocidas, de diferentes sectores y muchas Cervezas Alhambra. Un carismático chef que se propone armonizar sus platos con las diferentes "alhambras" (o las cervezas con sus platos, que en esto de los maridajes no debería haber parte activa ni pasiva, sino armonía y equilibrio). Estos serían los mimbres de la historia de una noche de invierno tan divertida como sabrosa.




Boquerones con orly de cerveza, verdinas con torrezno, potaje de bacalao (a la manera del chef porque la pieza de bacalao se acompaña de hummus y espinacas fritas), rosellat con rabo de toro, romescu y calçots y tarta de queso se suceden en la mesa acompañados consecutivamente de Alhambra Especial Radler, tres variedades de Las Numeradas, criadas en barrica de vino Amontillado, Palo cortado y Pedro Ximénez y la estrella de la noche, la Alhambra Baltic Porter que era en realidad el motivo de la convocatoria.

Y con el trascurso de los platos y "las alhambras" la conversación fluye y la relación de los convocados evoluciona lentamente al ritmo de los aromas de la Alhambra Baltic Porter. Y es que la Alhambra Baltic Porter es una de esas denominadas "cervezas lentas", elaboradas lentamente para -precisamente- ser degustadas lentamente, sin prisa, con esa cadencia capaz de convertir un simple trago en un instante de felicidad y sosiego.



Alhambra Baltic Porter es una cerveza de color marrón oscuro casi negro, profundo e intenso, que forma una consistente corona de espuma de tonalidades chocolate. En boca sus aromas primarios tostados y ahumados evolucionan con elegancia a sutiles matices a chocolate negro, caramelo y café para concluir en un amargor suave y moderado.

Elaborada a través de cuatro maltas (Pilsen, cebada ahumada, Münich y chocolate), cebada tostada sin maltear y cuatro tipos de lúpulo (Nugget, Northern Brewer y Hallertau Tradition), Alhambra Baltic Porter es una cerveza para degustar en copa de tulipa a una temperatura de entre 10º y 14º y que armoniza perfectamente con los matices tostados de las carnes y verduras a la parrilla, moluscos y pescados azules a la plancha o postres con notas cacao y caramelo.



Finaliza la cena, termina la charla y con ese amargor suave con que concluye el trago de Alhambra Baltic Porter volvemos a la cotidiana rutina de una noche de martes en el frío enero madrileño. Abandonamos la grata compañía, dejamos al chef en su "casa de a la malicia" y recorremos las angostas callejuelas de esa zona de Madrid donde el tiempo parece haberse detenido hace ya varios siglos. Y recordando la Alhambra Baltic Porter y su compleja concatenación de aromas y matices, uno detiene un taxi convencido de que hay experiencias que transcienden al tiempo y al espacio.


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