Acaba de abrir en la concurridísima zona de Jorge Juan un nuevo restaurante; su nombre La Huerta de Carabaña hace ya clarísima referencia a su propuesta gastronómica. En el mismo local que antaño ocupara aquel Oven 180 de mi querida amiga Cristina Comenge y posteriormente Vi Cool de Sergi Arola se ha instalado ahora un nuevo restaurante decorado magistralmente por Pepe Leal con dos ambientes totalmente diferentes.
Por el número 32 de la calle Lagasca se accede al restaurante donde se
busca un concepto de cocina elegante con platos de producto de la huerta
como los guisantes (espectaculares el día que los probamos), las alcachofas o el tomate moruno, del mar pescados salvajes
y carnes maduradas, todo ello acompañado con un servicio cuidado al detalle. En
el número 18 de Jorge Juan encontramos una zona de bistró, con un ambiente gastronómico
informal que comenzará desde primera hora de la mañana con desayunos de calidad
acabando con una oferta variada de arroces, brasas, guisos y verduras.
Al frente de este nuevo proyecto está Roberto Cabrera, fundador de la Huerta de Carabaña y al frente de
la cocina, Ricardo Álvarez, que comenzó en el restaurante La
Concepción de Segovia y posteriormente ha trabajado durante 14 años
en Santceloni (2 estrellas Michelin) ejerciendo desde 2007 como segundo jefe de
cocina. Ambos pretenden recuperar
sabores tradicionales pero con técnicas contemporáneas, preservando siempre el
sabor natural de las verduras.
"La Huerta de Carabaña pretende acercar
los productos de calidad que diariamente se recolectan en el campo para
disfrutarlos en diferentes elaboraciones pero con la frescura de recién
recolectados. Un concepto tradicional con el valor añadido de controlar el
ciclo completo desde el campo hasta la mesa” confirma a Gastro y Gourmet Roberto Cabrera.
En nuestro visita optamos por probar algunos de los platos de verdura que ese día había en carta resultando magníficos todos ellos. Hay que tener en cuenta que la carta se imprime cada día con la oferta más adecuada según el producto algo sin duda novedoso e interesante. De igual forma señalar que no existe carta de vinos al uso, sino que el comensal entra en la pequeña bodega para elegir el vino que desea degustar viendo in situ los precios de los mismos.
La verdura de calidad está cada día más presente en el panorama gastronómico y -no lo duden- es una apuesta que irá progresivamente ganando terreno. De momento La Huerta de Carabaña se presenta con una propuesta firme y sólida en una zona en la que sin duda la competencia de feroz.
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