Hace pocos días tuvimos ocasión en Gastro y Gourmet de conocer Gigi meet me bar , un restaurante que abrió sus puertas el pasado mes de mayo en la madrileña calle de Luchana. El local es cuestión es -como casi todas las nuevas aperturas- impresionante por su puesta en escena. Con una espectacular decoración "rústico-romántica" (creo que acabo de inventar un nuevo término en el amplio mundo de la decoración) , no hay detalle en Gigi que quede al azar. Sensacional trabajo por parte de su decoradora Marta Auyanet.
Todo, absolutamente todo, música incluida o hasta ese popular ciervo llamado "Gerardo" obra de Guille García-Hoz, pasando por el diseño impecable de sus cartas y por sus cuidada vajilla, Gigi meet me bar se presenta como un interesante espacio en el que tener desde un desayuno o merienda muy agradables a , por supuesto, una comida o cena.
Pero la verdadera sorpresa de esta enigmática Gigi viene después, justo en el momento de comenzar a probar sus platos. A cargo de sus fogones , un chef impecable, de esos de raza, apasionado como pocos de su trabajo y con un curriculum vertiginoso, Juan Miguel López Castanier que presenta en Gigi una carta ágil, divertida, alejada de esa monótona uniformidad y repleta de guiños y sorpresas, de mezclas divertidas que concluyen en auténticas explosiones de sabores. Cuando lo magistral parece se fácil es signo inequívoco de que nos hallamos ante un verdadero maestro.
Recetas que en principio aparentan sencillez y que una vez probadas confirman su magnífico diseño y su impecable ejecución. Sublimes unos magníficos boquerones en salazón que López Castanier presenta junto con manzana y una cebolla encurtida por él mismo y que es una declaración de principios de lo que en Gigi nos vamos a encontrar. Fantástico su pan bao de pintada acompañado en este caso de kimchi y de un ceviche de fresón; nuevamente contrastes divertidos y perfectos. Sorprendentes unos saquitos de morcilla levantina acompañados de un sorprendente alioli de vino, pimienta y clavo. Todos y cada uno de los platos que probamos fueron absolutamente elogiables.
Como colofón una magnífica versión de la popular tarta Sacher a la que Juan Miguel López Castanier nuevamente reinterpreta creando un impresionante postre que hará las delicias de los más adictos al chocolate, entre los que me incluyo.
En fin, toda una experiencia gastronómica. Puesta en escena impresionante, pero no se queden ahí. Detrás de Gigi se esconde un gran chef, se esconde el sólido proyecto de una emprendedora Pilar Menéndez que encarna en Gigi una aventura tan apasionante como seductora con una relación precio calidad digna de admirar. Ante ustedes Gigi y su impresionante apuesta gastronómica. Déjense seducir, relájense y disfruten.
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