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Bel Mondo, llegar, ver y conquistar

 Desde hace escasas semanas el local que durante años ocupara Loft 39, uno de esos locales que tanto gustaban en Madrid "para ver y ser visto". se ha convertido en Bel Mondo, un restaurante italiano que en este escaso tiempo se ha convertido en el nuevo place to be de la capital. Llegar y vencer.




Perteneciente al Grupo Big Mamma, creado a su vez por Tigrane Seydoux y Victor Lugger, Bel Mondo es el decimocuarto restaurante de este grupo que ha sabido desarrollarse en Europa (la mayor parte de sus restaurantes están en Francia) con una puesta en escena y un story telling que desde luego no dejan indiferente a nadie.




Cada uno de sus restaurantes es diferente entre sí y cuentan con un estudio interno de decoración, KIKI,  que se encarga de hacer auténticos objetos de deseo. Bel Mondo es desde el primer momento sorprendente e impactante. Su escalera es- y va a seguir siendo- objeto de múltiples fotografías destinadas a las redes sociales y sus diferentes espacios enamoran a primera vista con una estética a medio camino entre lo elegante y lo romántico, entre lo barroco y lo kitsch. La mezcla, créanme, funciona.

Gastronómicamente el grupo se surte de seleccionados productores y ofrece una carta fácil de gustar, con precios agradecidos y platos que resultan resultones y agradables para un público que busca en la experiencia mucho más que lo netamente gastronómico. Sumergirse en Bel Mondo es mucho más que visitar un restaurante italiano. Big Mamma es consciente de que sus locales son esos restaurantes en los que todo el mundo quiere -y casi necesita- estar o haber estado y no deja ningún cabo suelto para que todo funcione según sus previsiones.




Es el restaurante perfecto para estos tiempos de redes sociales y una gran capital como Madrid, que necesita cada cierto tiempo un revulsivo y una novedad ante la que postrarse. Basta con que pasen por la puerta de Bel Mondo para que vean que siempre hay gente esperando una mesa en el restaurante. No en vano, su sistema de reservas deja siempre un número de mesas destinadas a público sin reserva, lo cual es una estupenda forma de asegurarse permanentemente gente a su entrada que a su vez genera en quien pasa por delante interés por lo que allí dentro se ofrece. Lo dicho, la fórmula es sobresaliente.

La carta cumple sin problemas. Son platos que apetecen a prácticamente todo el mundo, con una puesta en escena sensacional y que a la postre resultan ricos e interesantes. Precios comedidos, personal italiano eficiente, simpático y diligente, carta de vinos italianos y cócteles... Bel Mondo lo tiene todo para convertirse precisamente en lo que quiere convertirse, ese restaurante al que sí o sí hay que ir. La experiencia merece la pena. Recomendable.





Monsieur Sushita, vencer y convencer

Van a cumplirse próximamente dos años de la apertura de Monsieur Sushita, un restaurante perteneciente al grupo Sushita que ha sabido desde sus inicios hacerse un nicho de mercado en el panorama gastronómico madrileño.


Con una decoración atractiva y acogedora que denota rápidamente la intención de convertirse en uno de esos place to be del barrio de Salamanca, el local de Monsieur Sushita sorprende por su tamaño y su cuidada puesta en escena.

Lámparas de Murano (que provienen del antiguo Café de Nápoles en Positano), mobiliario comprado en el sur de Francia o un espectacular suelo pintado a mano con pigmentos naturales por artesanos de Marrakech, la propuesta de Monsieur Sushita es válida para todos los públicos recogiendo en su carta diversos platos de distintas cocinas del mundo.

Así el apartado japonés en el que evidentemente el sushi en sus diferentes modalidades gana la partida, la oferta se complemente con diferentes recetas de cocinas tan dispares como la hawaina, la marroquí o la peruana.


A platos tradicionales del grupo como la tempura de gambón rojo al chile dulce, la pizza crujiente de atún con láminas de trufa, o el nigiri de huevo de codorniz con chanquetes, se incorporan novedades como la torre de gambones en tempura sobre maki de espárragos y aguacate o el maki roll de foie micuit braseado con anguila.


Postres, siguiendo la estela, de corte internacional y una amplia  carta de tés redondean una propuesta que llegaba con ganas de triunfar y lo ha conseguido con nitidez. Precios comedidos, servicio diligente y una propuesta fácil de contentar a cualquier público en un entorno agradable; la fórmula contiene todos los ingredientes para ser un éxito.


EL PERRO Y LA GALLETA LLEGA A CHAMBERÍ

Hace ya bastantes años que Carlos Moreno Fontaneda inauguró el bar Galleta en el barrio de Malasaña de Madrid. Perteneciente a la conocidísima marca de galletas (sería prácticamente imposible encontrar a alguien que desconozca las míticas "Marías" Fontaneda), Carlos optaba por emprender el camino de la hostelería con un resultado que seguramente ni él mismo preveía.


Locales bien montados, con decoraciones hipercuidadas y multiplicidad de guiños y evocaciones tanto a colecciones familiares como al mundo canino (otra de las pasiones de Carlos). En lo gastronómico cartas bien estructuradas, con platos atractivos y resultones que se tarifan con mesura. En suma, todo lo necesario para que el concepto triunfe.

Prueba de ello es que al  Bar Galleta le siguieron El Perro y la Galleta de la calle Claudio Coello, Raro Rare (recientemente reconvertido a María y la Galleta), El Canandiense (que ahora pasa a ser una segunda sucursal de El Perro y la Galleta). Un universo en torno a las galletas y los perros que ha sabido encontrar su nicho en el siempre complejo mundo de la hostelería madrileña.

El nuevo local de la calle Carranza mantiene la línea de sus predecesores. A cargo de su decoración -como en el resto de locales- el propio Carlos Moreno Fontaneda se hace cargo de la misma y el resultado es simplemente perfecto. Maderas gastadas, retratos de canes, radios antiguas, cajas, loza y perros, muchos perros conforman un espacio acogedor en el que disfrutar.



La carta combina algunos platos ya "tradicionales" como las flautas de pollo y las berenjenas rebozadas en galleta, con nuevas incorporaciones  como la ensaladilla rusa con carpaccio de gambón. Chipirones con arroz negro, tartar de atún,  risotto de boletus o los champiñones rellenos completan una carta pensada para compartir y que se resuelve con acierto. Entre sus postres guiños evidentes a las galletas familiares como era obligado.


El "universo galleta" funciona y prueba de ello son los llenos que recogen cada noche. Carlos Moreno Fontaneda ha sabido abrirse su propio hueco en el panorama gastronómico y eso siempre es digno de admiración. 




PIÚ DI PRIMA, VUELVE LA ALTA COCINA ITALIANA A MADRID


Corría el año 2003 cuando en la calle Hortaleza de Madrid abría sus puertas un restaurante denominado Piú di Prima. La gastronomía en la capital entonces poco tenía que ver con lo que es actualmente. Piú di Prima supo canalizar una forma de entenderla que con los años se ha generalizado. Consiguió marcar tendencia en su momento y eso siempre es importante. La gastronomía empezaba a entenderse como una experiencia en la que además de a los platos se daba importancia al entorno, a la decoración y al ambiente. Nacía así una nueva forma de salir a comer o a cenar que quince años después sigue plenamente vigente.



Aquel Piú di Prima cerró sus puertas trece años después y desde entonces la gastronomía italiana en Madrid quedó bastante huérfana de calidad. Pizzerías, franquicias y opciones low cost monopolizaban la cocina transalpina salvo alguna honrosa excepción.

Hace escasamente dos semanas Piú di Prima reaparece en una nueva ubicación, manteniendo la calidad de siempre y adaptándose a los nuevos tiempos. La zona no puede ser mejor; en el señorial Paseo de Pintor Rosales, frente al Parque del Oeste y bajo la atenta mirada de un enorme vinilo de Sofía Loren junto al cual les será difícil resistirse a fotografiarse, Piú di Prima vuelve al panorama gastronómico con toda la fuerza, en un local que destaca por su cuidada decoración  a cargo del estudio de Laura Cuevas que se ha inspirado en El Dorado “máxima expresión de belleza y calidad, valores siempre presentes en el concepto  PIÙ DI PRIMA” según palabras de la decoradora.


Al frente del restaurante la eficaz Teresa Santillana como directora que ya estuviera en la última etapa del Piú di Prima original y a cargo de sus fogones un magnífico cocinero, Stefano Franzin que también inaugurase el primer Piú di Prima.

En su carta cocina tradicional italiana entendida como la amalgama de las diferentes “cucinas“ regionales del país. Franzin, veneciano de nacimiento, recorre a través de la carta el Véneto, Piamonte, Abruzzo y La Toscana sin olvidar las influencias de su “nonna” napolitana, creando todo un universo de sabores y texturas en los que la materia prima de máxima calidad y la perfecta ejecución de cada plato son constantes.


Tras una selección de entrantes entre los que destaca su vitello tonatto (magnífico), las berenjenas alla parmigiana o la burrata della puglia resultan imprescindibles sus risottos (considerados uno de los cinco mejores risottos del mundo entre un total de 101 restaurantes). Cualquiera de los platos de pasta (elaborada siempre al momento por el propio chef) son una verdadera delicia. Imperdonable no probar su raviolone Piú di Prima que rescata una receta del siglo XV favorita de los nobles de la época. Pero elijan el que elijan, no tengan ninguna duda de que van a acertar.


Postres a la altura entre los que destaca su tiramisú veneciano con gotas de chocolate y amaretto y su refrescante semifrío de mojito en texturas y bodega interesante claramente centrada en los vinos italianos con más de 40 referencias de las diferentes zonas vitivinícolas.

Estamos de enhorabuena en Madrid. Vuelve, por fin, la alta gastronomía italiana. Y todo bajo la atenta y seductora mirada de la Loren.

CARBÓN NEGRO, LA CONJUGACIÓN DEL VERBO DISFRUTAR


Hace ya tiempo que en Madrid, a la hora de elegir un restaurante ( es extrapolable a otras ciudades ) se ha instalado la triste idea de que hay que elegir. O se opta por el postureo y en ese caso se da importancia al lugar, a la decoración, a la música… sin que importe en absoluto la comida o se escoge un restaurante de toda la vida en el que aseguremos el producto y dejemos de lado todo lo demás.



 Y digo que es triste porque somos muchos a los nos gusta disfrutar de una buena cocina ( al fin y al cabo a eso se va a un restaurante aunque a veces se nos olvide ) pero en un entorno agradable, con una decoración acogedora y armoniosa. Lo sé, hay a quien eso le da igual; para mí – llámenme lo que quieran- eso también forma de la experiencia, sin menospreciar por supuesto la calidad de las materias primas, la ejecución de las mismas y su servicio en sala. Si a todo ello le añadimos una buena bodega, el resultado es la perfección.

Hace casi un mes ha abierto sus puertas en Madrid Carbón Negro, un espectacular proyecto detrás del cual se encuentran nombres archiconocidos en el mundillo gastro madrileño. Lo que fuera antaño la cafetería La Flecha en la calle Juan Bravo se ha convertido por obra y gracia del estudio de decoración Proyecto Singular ( además de por lo que presumo, una ingente cantidad de dinero) en un faraónico local. “Localazo”, llamado sin ninguna duda a convertirse en eso que ahora llaman place to be y previsiblemente gente guapa, famoseo y todo eso que a menudo no casa muy bien con la buena gastronomía.


Pues bien, el resultado de nuestra visita en lo gastronómico puede definirse como colosal. Magnífica materia prima, ejecuciones perfectas ( la parrilla es dueña y señora de la carta y se maneja de forma extraordinaria ) y un servicio de mesa impecable.



Al frente de la cocina un tremendo Gonzalo de Armas ( Santo Mauro, Goizeko Wellington, Filandón) propone una carta amplia y con mucho sentido común, con poco espacio para fuegos artificiales y con platos limpios en los que únicamente reina la calidad del producto y su ejecución. Eso que alguna vez hemos llamado “cocina sin red”. En esa oferta o el producto y la cocina están a un nivel magnífico o el fracaso puede ser importante.

Sobresaliente la chistorra de Arbizu, magnífica la ensaladilla rusa en una receta clásica pero magistralmente conseguida y al mismo nivel unos espárragos blancos de Navarra a la brasa que se acompañan de una finísima salsa romescu. En los segundos nos decantamos por el lenguado y la chuleta; ambos irreprochables. No es fácil probar en Madrid una chuleta de la calidad y punto de la que probamos en nuestra visita y que me comentaron pertenecía a Cárnicas Guikar. Memorable.

Como fin de fiesta nos decantamos por su famosa tarta de queso. No se me ocurre mejor final para una espectacular comida. Si van por allí, pruébenla; les aseguro que no les va a defraudar. Y si les quedan ganas de continuar, sepan que Carbón Negro ofrece una amplia variedad de cócteles que tienen detrás a Carlos Moreno, uno de los top en este ámbito.


Termino contándoles que lo habitual cuando uno va a probar un restaurante con semanas de vida es que salga diciendo que le faltan ajustes, que a ver cómo evoluciona, que aún está en rodaje… En Carbón Negro basta con pedir que mantengan lo que ahora mismo ofrecen. Para seguir de cerca su evolución. Imprescindible.


El esperado regreso de niMú Bistró

Tras unos meses de ausencia por traslado, niMÚ Bistró reabre sus puertas en la calle Barquillo, con una carta renovada que mantiene sus raíces gastronómicas pero en un ambiente más informal y distendido.  Muchas veces hemos hablado en Gastro y Gourmet de los diferentes restaurantes del Grupo VAMUCA, desde el desaparecido NiMÚ Bistró del hotel Adler , a los restaurantes que posee en la capital leonesa ( LAV, Casa Mando...)



Antonio Vázquez, el empresario que dirige todos los restaurantes y hoteles del grupo VAMUCA, define niMÚ Barquillo como “un espacio cosmopolita, adaptado al barrio más vanguardista de Madrid, justo en torno a las zonas de Chueca, Malasaña o Fuencarral, que se ha convertido en el corazón de la modernidad madrileña por su oferta de ropa alternativa, firmas de marca, complementos de todo el mundo, galerías de arte, librerías, centros de belleza, bares u hoteles con encanto”. 

“En este nuevo emplazamiento”, añade Antonio Vázquez, “hemos diseñado una propuesta que supone una evolución de nuestras raíces gastronómicas, basadas siempre en una cocina de mercado, donde prima la calidad del producto, pero vanguardista, equilibrada y viajera. Además contamos con una cuidada selección de vinos tintos y blancos de diferentes regiones españolas, cavas, champagnes franceses y todo tipo de destilados para que nuestros clientes se puedan tomar también una copa en una ambiente agradable e informal”.

El chef Héctor Arias, con 12 años de experiencia en los fogones del hotel Adler y posteriormente en niMÚ Bistró, ha renovado la carta del restaurante pero manteniendo las raíces y el estilo de la casa, basada en un buen producto, una cocina moderna y una cuidada presentación. Bajo la dirección de Antonio Carmona, el chef ejecutivo de todos los restaurantes del grupo VAMUCA, el dominicano Héctor Arias, acompañado del filipino Jowe Soriano, suman a los platos clásicos de niMÚ sus referencias asiáticas y caribeñas.



La sala está dirigida por Yolanda Iglesias, procedente del hotel Ritz y posteriormente del Hospes, quien se encargará de coordinar todo el servicio del restaurante.

NiMÚ Barquillo ofrece una carta para el restaurante y otra de tapeo para su espectacular barra circular en el que encontrarán platos emblemáticos de la casa.

Entre el picoteo de la nueva carta de la sala podrán escoger una plato de jamón cortado a cuchillo ,la tortilla de alcachofas confitadas , la cecina de León , el foie micuit casero , los boquerones en vinagre con pico de gallo , la ensaladilla rusa con gambas , o el cazón en adobo con ajo negro. Entre las entradas no pueden faltar los clásicos niguiris de la casa con huevo frito de codorniz y trufa a los que se suman ahora los niguiris de morcilla de Burgos o los de gamba al ajillo.


La mayoría de sus platos pueden compartirse para que los clientes puedan probar los diferentes sabores, aromas y texturas que ha preparado el equipo de cocina para esta nueva etapa.



El restaurante mantiene platos clásicos de la carta como el tartar de atún picante , el pez mantequilla con alga wakame ,los chipirones en su tinta y una novedad: un bocata de calamares de potera con pan de cristal , entre los pescados. En las carnes no falta una de las especialidades de la casa, el steak tartar ,la carrillera con puré de patata trufado , el solomillo strogonoff , un chuletón del norte , las albóndigas caseras con verduritas y unos excelentes callos a la madrileña.


Entre los postres clásicos no deben perderse la leche frita “en honor al jefe” , chocolate frito con culis de melocotón , un excelente tiramisú y la pantxineta de crema de coco . Todos los postres son caseros y han sido creados por el equipo de niMÚ.

El menú de la barra les permitirá escoger entre jamón, cecina, tabla de quesos, cazón en adobo, niguiri de huevo frito de codorniz con trufa, patatas bravas, ensaladilla rusa, merluza de pintxo con pimientos de El Bierzo o medio solomillo con huevo frito de corral.


La decoración del restaurante ha sido diseñada por Pascua Ortega quien ha trasladado al local su personal estilo que combina elementos clásicos con los más vanguardistas, convirtiendo en local en un espacio moderno y cosmopolita.





Música y buena gastronomía en Ataclub

Los más "veteranos" recordarán un restaurante que fue mítico en Madrid, La Nicolasa. En su emplazamiento, situado en la calle Velázquez, 150, funciona desde hace tres años un restaurante denominado Ataclub. En estos tres años ha sufrido diversos cambios tanto en dirección como en cocina y sala y es ahora precisamente cuando inicia un proyecto que sí parece claramente consolidado y con grandes posibilidades de encontrar su acomodo en el complicado gastropanorama madrileño.



Ataclub parte del concepto de esos clubes más europeos o americanos en los que es posible combinar gastronomía con música en directo en ciertos momentos y con posibilidad de copas o raciones. Un concepto abierto que si bien en España no es habitual, puede ir convirtiéndose en tendencia perfectamente. 

Ataclub está decorado por Alicia Navarreta y Carola Jaúregui y se divide en varios ambientes: hay mesas bajas, una zona mesas altas corridas coronada por dos olivos liofilizados y situada frente al escenario que cobra vida los fines de semana, una pequeña barra con una nueva zona destinada a raciones y picoteo y un reservado.

A los mandos de sus fogones un bregado cocinero con dilatada experiencia, Miguel López Castanier. Miguel fue durante casi 25 años propietario de una pequeña taberna denominada La Taberna de Liria que llegó a convertirse en un referente por su cocina imaginativa y novedosa en una época en la que esos términos para nada se utilizaban en gastronomía. Ahora en Ataclub su cocina sigue siendo tan sorprendente como inclasificable. Cocina clásica?, mediterránea?, imaginativa? divertida? a veces alocada?.... Combinen todo eso y ese toque personal de Castanier y voilá...defina como quieran el resultado pero tengan por seguro que van a disfrutar.


Entre sus platos más representativos, entrantes tan sugerentes como el foie gras micuit con brioche de cacao y manzana; el pan chino relleno de cochinita pibil, huevo de codorniz, farinato y mayonesa de naranja y chile habanero (una evolución del plato de farinato con huevo y zumo de naranja típico de Ciudad Rodrigo) y la anguila ahumada sobre pan de centeno y miel o principales tan interesantes como la lubina en bullabesa de mejillones y la pintada con escabeche de peras. Ya mismo comienza la temporada de setas y caza, productos que Castanier trabaja a la perfección.


La sala perfectamente dirigida por el curtido José Antonio Mora es ideal tanto para comidas de trabajo (de lunes a viernes dispone de un magnífico menú ejecutivo al precio de 20 euros) como para cenas de amigos o de pareja, sin olvidar su versatilidad a la hora de celebrar eventos. La reciente incorporación de la experimentada RRPP Carelia Anidjar sin duda supondrá un espaldarazo en esa vertiente.


Como novedad una nueva carta de raciones diseñada por el propio Miguel López Castanier que seguro resulta un éxito.  Música en directo los fines de semana (y algún que otro jueves) ponen el contrapunto a un concepto que combina la buena mesa y el pasarlo bien, las buenas copas con música en directo. Hay quién dé más??






Raro Rare, el irresistible encanto de la diferencia

Raro Rare es el tercer proyecto hostelero de Carlos Moreno Fontaneda , propietario de los conocidos Bar Galleta y El Perro y la Galleta. En esta ocasión junto con su socio Javier Oyarzábal presentan una novedosa propuesta gastronómica que bajo el nombre de Raro Rare dirige su oferta hacia platos raros (diferentes, pocos vistos...) y platos rares (poco hechos, semicrudos). El concepto a priori parece interesante y novedoso.



Como en el resto de los locales la decoración ha corrido a cargo del propio Carlos Fontaneda y en Raro Rare vuelve a crear esa atmósfera cálida, acogedora e intimista que desde el primer momento posiciona sus restaurantes en ese target de sitios bonitos que tan de moda están ahora. Iluminación perfectamente estudiada, multitud de objetos personales provenientes de su familia y cuidado extremo en cada uno de los detalles configuran un universo onírico en el que sentirse a gusto es inmediato.

En cuanto a su carta, Raro Rare ofrece una buena variedad de platos perfectos para compartir y que en conjunto ofrecen un nivel muy óptimo y bastante superior al que uno se imagina cuando entra allí. 


Recetas diferentes, divertidas, con guiños a esa buscada rareza-diferencia provocan rápidamente en el comensal esa sensación de que la carta es diferente (algo fundamental en esa multitud de cartas calcadas unas a otras) y además de que la gran mayoría de los platos están perfectamente estructurados y resueltos.


Cocina imaginativa que se traduce en propuestas tan apetecibles como los mejillones sweet chilli con cebolla sobre lima, el tartar de lubina con maracuyá, el tiradito de corvina con huevas y ponzu o las Ancas de rana con mayo de cilantro y mojo amarillo.

Raro Rare es ese lugar perfecto para una cena de amigos o de pareja. Platos sencillos y diferentes, divertidos y convincentes , "raros y rares" lo convierten en uno de esos lugares de los que con seguridad sales satisfecho. No lo duden, en la diferencia está la clave.

La dirección del restaurante ha decidido que el 1 % de los beneficios derivados de la exhibición de estas obras se donará anualmente a organizaciones benéficas propuestas por los clientes.





Visitar web de Raro Rare

¿Conoces la nueva carta de Fonty Bistró ?

La marca Fonty se consagra con la última fase de su reinvención en Fonty Bistró, un restaurante moderno con carta viajera, de calidad y sobretodo enfocado en servir platos para compartir en un ambiente moderno y afable.



El concepto de Fonty Bistró se inició hace casi un año en su segundo local de la Calle Juan Bravo No. 41, donde la chef y propietaria Marie Valdez demostró que es capaz de sacar adelante un servicio de cenas y comidas como complemento de su exitoso brunch y de su cuidado Menú del Día. Toda esta oferta salada se suma a la afamada pastelería francesa de Marie, que ha llevado a Fonty a ser incluido entre los nombres de referencia de Madrid y de España.



La nueva carta que se ofrece ahora en ambos locales, Castelló 12 y Juan Bravo 41, tiene matices latinoamericanos, asiáticos y mediterráneos. Ceviches, tartares, tacos gourmet, baos, risottos, hamburguesas artesanas y pisco sour son la esencia de una nueva carta atrevida, fresca, y hecha para compartir. La misma estará disponible todos los jueves, viernes y sábados de 21 a 00 horas.


Los renovados espacios de Fonty Bistró (Castelló 12 y Juan Bravo 41) son ahora un espacio donde el paisaje entabla una conversación con foodies y comensales a través de distintos momentos del día, pero sobre todo de la noche. Un lugar donde todo responde a la exigencia y el objetivo de generar sensaciones que evoquen emociones a través de un viaje culinario sin salir del Barrio de Salamanca. 
  
La nueva carta de cenas de Fonty Bistró representa una cocina de cocinas adaptada a una tradición muy española: el tapeo. Una versión madrileña de movimientos culinarios en plena tendencia como son la gastronomía peruana, la del sudeste asiático y la mediterránea. Todos y cada uno de sus nuevos platos comparten una filosofía: la utilización de materias primas de excelente calidad, una cocina fresca y natural elaborada con mimo, sin perder la esencia de la cocina tradicional de cada territorio, pero siempre con un aire de modernidad.

Marie Valdez, chef y alma mater de los restaurantes Fonty Bistró, reedita los platos de moda en el con un toque personal, actual y muy femenino. En su recetario se mezcla el miso rojo con marisco y arroz arbóreo en una propuesta de risotto nikkei (peruano-japonés), y la leche de tigre (crema de lima y ají amarillo) con salmón noruego para crear un ceviche con aires nórdicos; asimismo, adoban una aguja de cerdo en tres chiles mexicanos para presentar un taco de cochinita que se deshace en la boca luego de una cocción muy prolongada. Junto a estos entrantes puramente latinoamericanos, conviven platos como el bao de panceta estilo Hong Kong horneado con anís y diversas especias orientales, los refrescantes rollitos fríos vietnamitas de camarones con hierbabuena, cilantro y albahaca y un cremoso curry rojo tailandés de langostinos y tirabeques.

Con la vocación por los ingredientes mediterráneos como uno de sus principales pilares, propone un tartare de atún rojo sobre aguacate con vinagreta cítrica japonesa, un secreto ibérico en crema de pimienta (au poivre), unos huevos poché con setas frescas cubiertos de salsa Mornay trufada (trufas, bechamel y queso), un pulpo a la parrilla marinado en salsa japonesa, chipirones salteados con tostas de pan de campaña y aceitunas Kalamata.



Y finalmente, para los amantes de la carne, Fonty Bistró prepara unas deliciosas hamburguesas artesanas con carne de La Finca Jiménez Barbero, que huyen de mezclas sofisticadas, rindiendo culto a la estética de los sabores en dos tipos de hamburguesas: una a base de cebolla caramelizada, champiñones salteados y queso Gruyere, y otra puramente americana con bacon, queso Cheddar, huevo frito y salsa barbacoa. En Fonty Bistró siguen la fórmula secreta de comprar la carne y molerla ellos mismos. Las hamburguesas se sirven en un brioche casero con semillas de sésamo y amapola hecho en el obrador de Fonty Bistró.
  



La misma exigencia llevada a cabo tras los fogones, se repite en la decoración de ambos locales. Llaman la atención las lámparas suspendidas de sus altos techos, el tapiz de losas marroquíes del suelo, la tapicería en azul turquesa y las barras de piedra que contrastan con los tonos oscuros del hormigón pulido. Son ambientes vanguardistas y sofisticados, que destacan por su fuerte personalidad y estilo industrial actualizado.


¿Te apuntas al Brunch and Beat en Albertina ?

El restaurante Albertina ha comenzado este mes sus Brunch & Beat en el que el brunch se acompaña de la mejor música a cargo de reconocidos DJ. Se sirve el mismo en su terraza practicable de la calle Alberto Alcocer,43 durante los sábados, domingos y festivos de 12.00 a 15.00 horas, dejando el comedor interior para la carta habitual de restaurante.



En sus pocas semanas de existencia Albertina se ha convertido en un referente en la gastronomía madrileña y en breve Albertina irá creando nuevas fórmulas y diferentes conceptos. Pop up con otros restaurantes, colaboraciones con otros chefs, sesiones de DJ, batallas de jazz-swing y bartenders…. son solo un anticipo de la exclusiva forma de entender y disfrutar la gastronomía que Albertina trae a Madrid.


Albertina nace como un espacio gastronómico multidisciplinar que pretende convertirse en referencia en Madrid. Magistralmente decorado por el estudio de Sonia Reixach, Albertina presenta una novedosa barra de fondo reversible que actuará durante el día como colmado, ofreciendo un primer espacio que abarcará en breve cualquier momento. Desde desayunos a aperitivos, pasando por una desenfada carta de barra con múltiples opciones para compartir, en la que la coctelería -a cargo de Gratas Kucinskas- jugará un señalado papel ofreciendo diferentes maridajes de cócteles con tapas.



EL BRUNCH DE ALBERTINA

Café, infusiones, zumo de naranja natural
Bollería, panes artesanos, mermeladas caseras, tomate rallado.
 Cócteles (a elegir uno)    - Mimosa
    - Bloody Mary
    - coctelería clásica
Escoger 1 primero y un principal
PRIMEROS   - Burratina con tomate y pesto tradicional de piñones
            - Muesly casero con yogurt y mermelada de fresones y cítricos
                            - Blini de salmón ahumado, crema de eneldo y huevas
            - Baguel de Lomo doblado o jamón ibérico de bellota con hojas tiernas y tomate raf

 PRINCIPALES         - Huevos benedictine con bacon y salsa holandesa
         - Merluza de pincho con mayonesa casera.
        - Steak tartare de vaca vieja picada a cuchillo con un punto picante
        - Brochetas de pollo de corral, hongos, verduras y tomatitos a la parrilla con  una vinagreta de naranja y mostaza.

 Postre: DELICATESSEN FINAL                                                                      Precio 25,00 €





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