Tras varios meses cerrado como consecuencia del confinamiento y de los meses de verano y coincidiendo con la llegada del otoño ha reabierto sus puertas el restaurante la Clave, un restaurante que, aunque no tenga muchos años de vida, ha sabido hacerse su hueco en la gastronomía madrileña desde el primer momento.
Especializado en cocina clásica española, el restaurante vuelve a
servir el plato más emblemático de Madrid, además de otras tradicionales
delicias regionales: callos a la madrileña, fabada asturiana, rabo de toro a la
cordobesa…
La Clave, las actuales circunstancias
obligan, aplica todas las medidas anti-Covid: distancia de seguridad de dos
metros entre mesas, uso de mascarillas, toma de temperatura, hidrogeles… “Los madrileños
necesitan volver a disfrutar sus platos favoritos sin miedo y en condiciones
seguras. La cocina española quiere dar un mensaje de esperanza en tiempos tan
duros. Los comedores son seguros” apunta su propietario
Tomás Gutiérrez, Presidente de Hostelería Madrid desde hace 19 años.
Bajo la dirección de
Ainhoa Gutiérrez, La Clave ha renovado su carta de otoño-invierno, integrada
por 35 platos, además de seis sugerencias del día. Mantiene especialidades
imprescindibles, muchas de ellas premiadas, como los callos a la madrileña, la
fabada asturiana, el rabo de toro (Mejor Menú del Mes del Rabo de Toro), el
cachopo de solomillo (finalista de ‘En Busca del Mejor Cachopo de España’), el
conejo asado, el cochinillo segoviano y el chuletón a la parrilla.
Se introducen tres nuevos arroces (ciego, meloso y al
horno) y se innovan platos de cuchara como los garbanzos con boletus y
langostinos. Entre otras novedades, destacan las alcachofas confitadas con
huevo de codorniz y trufa, las milhojas de pulpo a la gallega, las pochas con
carabineros y almejas, la merluza soasada con suquet de moluscos y trigueros,
el bacalao confitado y su Vizcaína, los tacos de atún en adobo con mojo rojo
caramelizado y papas arrugadas, la paletilla de cordero a baja temperatura
glaseado y la sopa de frutas con sorbete de frutos rojos.
Pero sin duda el plato estrella de La Clave es su
impresionante cocido madrileño; un cocido madrileño que tiene como
particularidad el que se sirve en cuatro vuelcos ya que, a los tres
tradicionales, se antepone una exquisita croqueta elaborada con la “pringá” del
cocido. Como plus para los más sibaritas, La Clave ofrece la posibilidad de
armonizar su clásico cocido con Champagne Taittinger Brut Reservé, algo
original y novedoso que vuelve a confirmar lo que muchos siempre hemos pensado:
el champagne armoniza a la perfección con TODO.
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