Tengo que confesar que he estado unas cuantas veces en Canarias y que me encantan las islas afortunadas (aunque afortunados en realidad somos los que las visitamos). Pero también tengo que confesar que en mis sucesivas visitas nunca me he interesado demasiado por la gastronomía canaria. Es lo que tiene ser madrileño, que en cuanto vemos playa, sol, mar y vacaciones terminamos cenando en una terraza un arroz o un pescado a la sal y con eso cerramos satisfechos el círculo.
Hace unas semanas conocí en una entrega de premios gastronómicos a Alberto Martín, jefe de sala de Gofio quién me pidió que fuera a conocer su restaurante. Tengo que decir que me impresionó muy gratamente desde que llegamos.
Liderados por el chef canario Safe Cruz, el equipo del restaurante trabaja cada día con el firme propósito de ofrecer al consumidor un producto diferente, alejado de la convencionalidad, 100% canario y con sabores únicos, sin copias ni evidentes referencias, salvo las de la gastronomía tradicional canaria.
Gofio dispone de tres opciones de menú (exprés, degustación corto y degustación largo) que cambia todos los meses en función de los productos de temporada y a través de ellos se crea una auténtica inmersión en la gastronomía canaria. Platos trabajados, recetas resultonas y divertidas en las que el contraste de sabores y texturas provocan más de una sorpresa y una satisfacción general que se extiende prácticamente desde el inicio hasta el final de la cena.
Contrasta el ambiente desenfadado y casi canalla del espacio con la profesionalidad que se vislumbra en todo momento. Magnífico trabajo de sala, cocina de muy alto nivel y una excepcional armonía con vinos canarios que realza cada uno delos platos. Probablemente una de las armonías más interesantes que hemos probado en las últimas semanas.
Entre sus platos, algunos de ellos fijos y otros en ocasiones fuera del menú, destacan el roastbeef de txuleta a la brasa con papaya canaria, queso gomero y mojo palmero (que el equipo ahúma en la mesa con tea canaria); las truchas de conejo al salmorejo, el dimsum de potas estofadas en su salsa y papada de ibérico o la auténtica ropa vieja canaria untuosa de carne de cabra, chorizo criollo y tuétano.
Cocina divertida y trabajada, desenfadada pero convincente, con destellos desde el primer momento convierten a Gofio en la mejor embajada de las Islas Canarias en Madrid. Sin duda uno de esos lugares que uno se alegra de haber visitado. Enhorabuena, chicos !!
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